Compacto de una entrevista mano a mano con el asturiano en 2016, cuando todavía engalanaba la máxima categoría del automovilismo mundial:
-Un trabajo, un negocio, un pasatiempo, una pasión, una locura? ¿Qué es la Fórmula 1 para usted?
-Una pasión, pero sabes también que hay una parte de negocio detrás. No es solamente el deporte en sí, que los mejores pilotos llegan a la F. 1 y ganan. A veces hay muchos pilotos con mucho talento que no tienen la posibilidad de llegar e incluso dentro de la F. 1 hay muchos pilotos con enorme talento que no tienen auto para demostrarlo, así que hay una parte importante de negocio detrás.
-La sensación es que los resultados no fueron justos con su campaña: apenas dos títulos del mundo cuando con pocos puntos más podría haber logrado cinco. ¿Cómo se siente con eso?
-En primer lugar te sientes afortunado por todo que has conseguido y por todas las cosas buenas que han llegado. Si eres exigente o si eres ambicioso, querrías más o echas de menos el que por pocos puntos podrías tener cuatro o cinco campeonatos del mundo. Pero si no los has tenido, hay una razón detrás. Hay que aceptarlo, e intentar seguramente en el futuro conseguir un título más a ver si puede llegar, o si no buscar otros retos en otras categorías en los que quizás el auto cuente un poco menos y puedas expresar todo tu talento. Yo me siento contento de cómo me ha ido en general: llegar a la Fórmula 1 ya era cumplir un sueño, aunque, claro, era más el sueño de mi padre que el mío: corrí mi primera carrera a los tres años, pero no me acuerdo de nada. Están las fotos, el vídeo, tengo la licencia de aquel día, así que debe ser cierto...
-Si tuviera el poder, ¿qué cambiaría en la Fórmula 1 para que los autos desarrollen la performance que debieran?
-No soy un experto en reglamento, intento sólo conducir y divertirme. Desde mi punto de vista, sólo puedo opinar que los coches que he conducido en el pasado eran más atractivos y más impactantes que los que hay ahora. Los coches actuales son 6 o 7 segundos más lentos que los de una década atrás, y eso es un poco frustrante. La Fórmula 1 actual es de ahorro. Das una vuelta muy rápida y luego entras en modo conservador. Conservas las cubiertas, ahorras gasolina, cuidas las baterías? Creo que hay que volver a una Fórmula 1 más de ataque, en la que haya menos ahorro y más combate. Tengo esperanzas en que la categoría recuperará su competitividad. Quiero ver a mitad del 2017 si me apetece seguir; si la F.1 cambia, seguiré unos años más.
-Bernie Ecclestone tiene ya 86 años. ¿Se imagina una Fórmula 1 sin él?
-Me la imagino, sí. Sería diferente, claro, porque forma parte de la historia de la Fórmula 1 y es el referente, pero sabemos también que no va a ser eterno, la vida profesional de Bernie no será infinita. Habrá relevo un día, cercano o no. Creo que hay que estar listos para ello. Todos los que estamos en la Fórmula 1, tarde o temprano, tuvimos que tener casi que el visto bueno de Bernie, tener una ayuda concreta en un momento u otro. Siempre estás un poco protegido por Bernie, pero los intereses de la Fórmula 1 siempre son mayores que los de cualquier individuo.
-Schumacher, Vettel, Hamilton... ¿Cuál fue su oponente más duro?
-Schumacher. Cuando conducía la Ferrari dominante era imbatible, y cuando conseguí batirle, en los años de mis títulos mundiales, siempre se las arreglaba para aparecer. Parecía que no era competitivo, pero mirabas los tiempos y estaba tercero? Después, Hamilton. Ya tiene tres títulos, la posibilidad del cuarto este año y siempre ha conseguido ganar con autos mejores o peores. Incluso recuerdo en 2009, cuando McLaren iba realmente mal, él se las arregló para ganar un par de grandes premios. Siempre tiene algo extra. A Vettel lo hemos visto dominar con un coche muy superior y no poder ganar con un coche normal.
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