ESPECIAL 25 AÑOS: SUS RIVALES ARGENTINOS RECUERDAN A SENNA


(Cuando se cumplió una década de la tragedia, reutilicé este material que habíamos producido en la revista de culto Serie/1 Carburando, en 2001, gracias al trabajo incansable de Hernán Viruleg y un por entonces jovencísimo Leo Regueira. Aquellos recuerdos mantienen la frescura)
El sábado, 1º de mayo, se cumplirá una década de la trágica desaparición de Ayrton Senna, el piloto brasileño que, junto a Juan Manuel Fangio, Jim Clark y Tazio Nuvolari, alcanzó una estatura de semidiós en el automovilismo mundial, que comenzó hace una semana a recordar su figura. En diálogo con los pilotos argentinos que compitieron contra el paulista en categorías menores del automovilismo, la conclusión fue única: “Todos fuimos rivales de Senna, pero ninguno se considera otra cosa que admirador de Ayrton, porque él estaba en otra dimensión”.
Correr contra Senna era “correr por el segundo lugar”, como recuerda con una mezcla de admiración y tristeza Víctor Rosso, que lo sufrió en el Campeonato Europeo de Fórmula Ford 2000, en 1982, un mal año para los argentinos que corrían en Inglaterra. Lo sabe bien Enrique Mansilla, que lo tuvo de coequiper en el equipo oficial Van Diemen de Fórmula Ford 1600 inglesa un año antes. Acuerdan también Gustavo der Ohanessian, Henry Martin y Luis Belloso, amedrentados alguna vez por las performances del brasileño sobre un karting, en 1979.
A mí me hizo mierda la carrera –recuerda Rosso–. Si yo hubiera sabido por entonces que él habría de ser campeón del mundo más tarde, no me hubiera disminuido tanto. Llegué al punto que, cuando lograba clasificarme delante de él, no me importaba la carrera, sino poder mantenerme delante suyo, sin que me pasara.”
Mansilla tuvo la “ventaja” de ganarle algunas competencias. “Pese a que yo tenía un año más de experiencia en la categoría, él era mejor. Si él estaba atrás mío, yo podía aguantarlo. Pero si iba adelante, era imposible seguirlo.”
Yo le gané una sola carrera –rescata Rosso–, en Alemania, pero porque él rompió su auto. Te desmoralizaba. No quería perder a nada: si le ganaba una clasificación, al día siguiente cambiaba todo, motor, gomas, porque no soportaba perder. Por eso fue lo que fue.”
Der Ohanessian reflota aquel Sudamericano de karting, en Colonia. “Allí me sentí el peor piloto de la historia. Yo había salido a clasificar detrás de Ayrton. Como en San Juan había peleado mano a mano con él, me imaginé que podía andar a la par... Nada que ver, y la autoestima se me fue al piso. El hacía cosas tan raras como ir de costado y de repente meter el auto en una curva hacia el otro lado, que si yo quería repetirlas, me quedaba un año haciendo trompos.” Martin se acuerda: “En ese torneo él fue campeón, y yo el subcampeón”.
Según Belloso, “en karting yo andaba siempre adelante, pero lo de Senna era espectacular, increíble. Conocí muchos pilotos rápidos, pero ninguno como Ayrton, iba de costado en todos lados, tenía un estilo muy diferente del mío”. Y remata: “Fue un genio, como (Diego) Maradona, tenía esa magia que destaca a los más grandes”.

Gustavo Der Ohanessian, Enrique Mansilla, Víctor Rosso y Henry Martin, en torno a una r´´eplica de un casco de Senna. La fotografía la tomó el inolvidable Gerardo "Zoilo" Horovitz, en 2001

La rivalidad con Mansilla tuvo un punto culminante. “En Mallory Park (Inglaterra) hasta volaron un par de piñas, tuvo que venir la policía a separarnos. Era su cuarta carrera. El era más veloz en lo rápido, yo me defendía en lo lento. En la última vuelta hizo un amague y quiso pasar por afuera. Yo lo toqué, es cierto, cuidando que no me pasara, y se fue al pasto. Durante varios meses no nos hablamos.
Senna no era un piloto brasileño; era un piloto del mundo –opina Der Ohanessian–. ¿Cuándo viste que en la Argentina fueran hinchas tan fanáticos de un brasileño?“Fangio era tan humilde que por ahí hasta se pasaba. Pero Senna tenía esa humildad...”, señala Rosso, y Martin lo corrige: “Más que humilde me parece que Ayrton era muy tímido”.
Aquella trágica muerte dispara un debate. “Creo que se mató porque cometió un error –opina Mansilla–. Lo que pasa es que los pilotos venimos con un ojo mirando esto, con el otro mirando aquello. Se fue de la huella y el auto se descontroló.” Martin y Der Ohanessian disienten. “Era un tipo que vos no podías creer que le pasara nada –apunta el segundo–. Lo veías tan seguro manejando el auto, con tanta autoridad, que era imposible que le pudiera pasar algo.” “Parecía irreal –grafica Rosso–. Vos no podés creer que al mejor piloto del mundo le haya pasado algo así.

Publicado en Pagina/12 el 28 de abril de 2004


¿Qué pensaba la Fórmula 1 de Senna en 2004?


  • “En muchas formas, Ayrton definió la Fórmula-1 de hoy. Fue el primero en descubrir la importancia de la superioridad absoluta sobre sus rivales en cada aspecto del trabajo, físicamente o en términos de una completa aplicación, manteniendo una concentración mental de una intensidad que lo hacía ir de una carrera a otra buscando dónde sacar una ventaja. Siempre estaba pensando. Esa búsqueda de la absoluta superioridad estaba adelantada a su tiempo. El introdujo lo que hoy vemos que usa Michael Schumacher para su gran beneficio” (Frank Williams, su ex patrón, a The Times).
  • Era una persona muy extraña, pero de una extrañeza tal que uno quería protegerlo, ayudarlo, no sé por qué. Creo que lo que más extrañamos de Ayrton es su costado humano. Si él estuviera todavía con nosotros, sería de una enorme ayuda, especialmente para el pueblo brasileño, para sus chicos, porque para ellos sería como un dios” (Alain Prost, su ex rival, a Autosport).
  • “Schumacher es estupendo, pero si estuviesen en el mismo coche, apostaría por Ayrton. Senna era todavía mejor que Schumi. Si él estuviera todavía, estoy seguro de que habría sido incluso mejor que Michael. Ayrton todavía estaría ganando carreras y Michael hubiera sumado menos títulos” (Bernie Ecclestone).
  • Escuché y leí innumerables teorías acerca de por qué o cómo Senna pudo haber chocado en una curva tan simple como Tamburello. Nadie más que Ayrton y yo sabíamos lo que era manejar ese coche, en esa curva, en esa carrera, ese día, con gomas frías. Nadie, salvo los pilotos de F-1, pueden apreciar las fuerzas que accionan en el habitáculo de esos coches. Pero, en última instancia, nunca sabremos lo que Ayrton estaba pensando o qué sucedió realmente. Yo estoy convencido de que cometió un error, pero mucha gente nunca creerá que pudo cometerlo. ¿Por qué no? El cometió muchos errores en su carrera” (Damon Hill, su ex coequiper, a The Times).
  • “Aquél fue un horrible fin de semana, un shock para todos. Era la primera vez que me veía confrontado con la muerte, y por un momento dudé sobre si debía continuar” (Michael Schumacher).


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