1. Sebastian Vettel fue el principal contribuyente en la victoria de Lewis Hamilton. Como si Ferrari no pudiera parar de colaborar en la entronización de Mercedes en esta temporada de Fórmula 1, la única alternativa que tenía el alemán para sacar un mejor resultado –tomar la punta en la partida aprovechando el boom de potencia de su auto– acabó mal en su perjuicio y en el de Valtteri Bottas, que se preocupó más por la Ferrari que por Hamilton en la primera curva. Preocupado por el embrague, intentó evitar a toda costa un toque; el inglés, en cambio, estaba lanzado en una misión, y la consumó. Los sucesivos records de vuelta que marcó durante la carrera así lo demostraron.
2. Ferrari no acierta una. Ni con la táctica (esa largada banzai de Vettel) ni con las estrategias. Tardaron varias vueltas en decidir que el alemán dejara pasar a Charles Leclerc y, más tarde, en tomar la decisión inversa. En el circuito en el que brillaron en las pruebas de febrero, tres meses más tarde no consiguieron subirse siquiera al podio. Un auto que no funciona como debe, confusión en los pilotos, un cada vez más evidente problema en la gestión deportiva. De soñar con pelear el título pasaron a mantenerse marginalmente sobre RedBull, que con un Verstappen muy maduro está a punto de transformarse en el escolta de Mercedes.
El safety-car arruinó a Leclerc pero avivó la carrera. La estrategia original adoptada para el monegasco (una sola parada y gomas duras) quedó fuera de combate tras el incidente Norris-Stroll. Ferrari tuvo que traer a boxes inesperadamente a Leclerc porque con esas gomas y un relanzamiento habría sido pasto de Gasly y, probablemente, los Haas. Pero esa neutralización le salvó la ropa a Hamilton (venía deshilachándose su cubierta trasera derecha; con el SC tuvo una parada prácticamente gratuita), y le dio vida, del medio para atrás, a una carrera poco interesante. Destacados los Haas (con neumáticos en condiciones ideales de funcionamiento pueden estar más cerca de los RedBull y, como se vio, casi que de Ferrari) y Carlos Sainz, que el sábado había perdido por primera vez con un compañero de equipo en España desde que corre en Fórmula 1: con solidez, y contra un ritmo no demasiado bueno del McLaren-Renault, sumó buenos puntos.
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