INFORME WILLIAMS: ¿PODRA SOBREVIVIR A LA CRISIS EL PEOR EQUIPO DE LA F-1 2019?


La historia es impiadosa con el equipo Williams. Son la tercera escudería más ganadora del Mundial, pero hoy está al borde del abismo, siendo el peor equipo del momento, con un auto muy lento y pesado que, en promedio, está a más de tres segundos de la punta.  "No quiero ser la persona que arruine a Williams", dice la responsable de las operaciones. ¿Cómo fue que Williams cayó tan bajo?

Cuando la era híbrida de la Fórmula 1 arrancó en 2014, Williams podía ser considerado la mejor escuadra del segundo pelotón, detrás de Mercedes, Ferrari y Red Bull, los únicos conjuntos vencedores en el periodo. Con Felipe Massa y, luego, Valtteri Bottas, el equipo fundado por Frank Williams obtuvo pole-positions y varios podios. 

Pero en los últimos dos años, los resultados se volvieron más que magros. Las acciones de Williams, que cotizan en la bolsa de Frankfurt, no paran de caer. Hoy cuestan 13,70 euros, muy lejos de los 25 que cotizaban años atrás. Para tener una referencia: las acciones de la Fórmula 1 cotizan a 39 dólares en el Nasdaq de Nueva York. La realidad del equipo en la pista durante 2019 es patética: el auto no llegó a tiempo a su presentación en Barcelona, desde el comienzo se mostró absolutamente no competitivo, y en el reciente GP de Azerbaiján vivieron el peor fin de semana del equipo desde aquel weekend negro de Imola en 1994.

Así evolucionó el precio de las acciones de Williams en los últimos años. Ayer cerraron a la baja una vez más

Williams ganó 114 Grands Prix en los últimos cuarenta años. Pero en sus primeros veinte años de campaña, entre 1978 y 1997, se quedó con 103 victorias (el 90 por ciento). En las últimas dos décadas solo pudo ganar 11 GGPP, y uno solo –el GP de España de 2012, con Pastor Maldonado al volante- en los últimos diez años. Este fin de semana, Williams cumplirá siete años sin triunfos. 

En esa última década, el equipo experimentó una espeluznante sangría de conocimiento. A saber: 
  • Sam Michael, director técnico entre 2004 y 2011, se marchó a fines de 2011;
  • Mike Coughlan, director técnico entre 2012 y 2013, se fue a mediados de 2013;
  • Pat Symonds, director técnico entre 2013 y 2016, se marchó a fines de 2016;
  • Ed Wood, diseñador en jefe, en el equipo desde 2006, renunció en mayo de 2018;
  • Dirk de Beer, responsable de aerodinámica desde 2017-2018, se fue también en mayo de 2018;
  • Rob Smedley, responsable de ingeniería, que había llegado en 2014 con Felipe Massa, renunció en noviembre de 2018
  • Paddy Lowe, director técnico desde 2017, renunció en febrero pasado, luego de que los autos no llegaran a terminarse a tiempo para los tests de Barcelona, aunque no aceptó responsabilidad alguna por la demora.

En ese periodo, el equipo también perdió capacidad dirigencial:
  • Adam Parr, en el equipo desde 2006, y team principal entre 2010 y 2012, tuvo que dejar el equipo porque su relación con Bernie Ecclestone era insostenible.
  • Toto Wolff, que había comprado el 15 por ciento de las acciones del equipo en 2009, se marchó tres años después a Mercedes a ocupar exitosamente el rol de director deportivo; sus acciones las compró el empresario farmacéutico estadounidense Brad Hollinger.


Así, Frank Williams, que con el 52 por ciento de las acciones sigue siendo el dueño mayoritario del equipo, entronizó a su hija como team principal en 2013. Claire Williams no parece ser capaz de poder evitar el desbarrancamiento de la escuadra en las últimas dos temporadas.

La última carta del mazo es Sir Patrick Head, el co-fundador del equipo. Aquellos años de gloria coinciden con la época en la que Head dirigió férreamente el departamento técnico. Después se casó (con Betise Assumpcao, a quien conoció cuando era la jefa de prensa de Ayrton Senna), comenzó a prestarle más atención a su creciente familia que al equipo –lo que se vio reflejado en la abrupta caída del ritmo de victorias- y en 2012 se retiró, siempre conservando el 12 por ciento de las acciones. Fue ungido Caballero del Reino en 2015.

Ahora han vuelto a convocarlo, como asesor. Head estuvo en  el GP de China viendo de cerca el funcionamiento del equipo y se presume que elabora un informe indicando correcciones operativas, pero no concurrió a la última carrera en Azerbaiján. Head está ahora casado con la italiana Mónica Colombelli, que trabaja en el Paddock Club de la Fórmula 1. No parece disponer de la misma energía con la que hacía y deshacía en los ’80 o los ’90.

Mientras tanto, Williams es el único equipo que todavía no sumó un solo punto en la temporada. El FW42 presenta insolubles fallas aerodinámicas y, con el mismo motor que impulsa a los Mercedes es, en promedio, 3s1 más lento por vuelta en carrera. Las expectativas de que mejore en lo que queda de la temporada son mínimas o, directamente, nulas

¿Qué va a pasar con la escuadra? Los sponsors, como Martini o JCB, se marchan y el dinero se torna escaso. Fines de semana como el de Baku, con dos autos rotos y cientos de miles de dólares en reparaciones, contribuyen demasiado al malhumor.  

Además, sigue siendo un equipo que fabrica todas las partes de sus autos –excepto la unidad de potencia- en su planta de Grove y eso supone un importante drenaje de recursos

Ahí está el problema. Williams no es un equipo oficial, respaldado por una compañía proveedora de motores (como tuvo a Honda en los ’80, a Renault en los ’90 y a BMW en el nuevo milenio), y difícilmente volverá a serlo, teniendo en cuenta que no se espera que nuevas marcas se incorporen a la F-1 ni siquiera con el futuro reglamento de 2021.

Pero tampoco es un equipo B, a la usanza de Racing Point (“B” de Mercedes), Haas o Alfa Romeo (“B” de Ferrari) o Toro Rosso (“B” de RedBull), que utilizan muchas piezas fabricadas por el equipo “A”, reduciendo sus costos de manera notable y pudiendo ajustarse a la supervivencia del segundo pelotón.

Como team familiar, Williams ni siquiera es McLaren, que se desembarazó de Ron Dennis pero subsiste gracias al aporte del capital bahrainí: propietario del 62,55% de McLaren, el Mumtalakat Group insufla dinero fresco de forma permanente y asegura la subsistencia del equipo. 

Los caminos parecen cerrados para Williams: no quiere volverse un equipo B y renunciar voluntariamente al protagonismo, pero tampoco parece tener otra salida. "Nunca seremos el equipo B de nadie”, asegura Claire Williams. “Nos mantenemos aquí por más de 40 años, ahora somos décimos y dependerá de nosotros revertirlo. Es un proceso difícil y también vergonzoso, pero nos sostiene nuestro espíritu. Este equipo es mi familia, debo proteger el legado de mi padre, un legado del que estamos orgullosos. Desde luego que no querría ser la persona que arruine a Williams, eso sería horrible".

Ciertamente. 


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