Desde que se institucionalizó el sistema de dos coches por equipo, ha pasado a ser uno de los grandes lemas de la Fórmula 1: el principal rival de cualquier piloto es su compañero, el que maneja un auto de prestaciones similares, aquel con quien puede compararse de manera más directa.
El juego se ha hecho común. Batir al compañero es la primera tarea que debe cumplir un piloto de la máxima categoría, paso necesario para establecerse e imprescindible para lograr éxitos. En muchas ocasiones, además, cuando la competencia entre los equipos se diluye por causa de las condiciones del campeonato, cuando priman más los recursos, el análisis se reduce a las batallas intraequipos.
La que mejor se lee es la que transcurre en las tandas clasificatorias. ¿Quién de los dos pilotos del equipo es el más rápido en una vuelta? Luego, en carrera, intervienen otros factores, pero la mirada también es profunda porque, al cabo, el resultado final de la carrera es el que vale: los equipos reciben sus premios en metálico a final de temporada de acuerdo a las posiciones en el torneo de Constructores.
Como Canadá, la séptima carrera del Mundial 2019, clausuró el primer tercio del torneo, es válido hacer el primer análisis equipo por equipo de la temporada.
Esta primera aproximación entrega desde ya algunas consideraciones interesantes.
MERCEDES (295 puntos)
Qualy: Hamilton 4-3
Carrera: Hamilton 5-2
Campeonato: Hamilton 162-133
FERRARI (172 puntos)
Qualy: Vettel 6-1
Carrera: Vettel 6-1
Campeonato: Vettel 100-72
RED BULL (124 puntos)
Qualy: Verstappen 6-1
Carrera: Verstappen 7-0
Campeonato: Verstappen 88-36
MCLAREN (30 puntos)
Qualy: Norris 4-3
Carrera: Sainz 5-2
Campeonato: Sainz 18-12
RENAULT (28 puntos)
Qualy: Ricciardo 6-1
Carrera: Ricciardo 4-2
Campeonato: Ricciardo 16-12
RACING POINT (19 puntos)
Qualy: Pérez 7-0
Carrera: Pérez 6-1
Campeonato: Pérez 13-6
TORO ROSSO (17 puntos)
Qualy: Kvyat 5-2
Carrera: Kvyat 4-3
Campeonato: Kvyat 10-7
HAAS FERRARI (16 puntos)
Qualy: Magnussen 5-2
Carrera: Magnussen 4-3
Campeonato: Magnussen 14-2
ALFA ROMEO RACING ( 13 puntos)
Qualy: Raikkonen 5-2
Carrera: Raikkonen 6-1
Campeonato: Raikkonen 13-0
WILLIAMS MERCEDES (0 puntos)
Qualy: Russell 7-0
Carrera: Russell 7-0
Campeonato: 0-0
¿Qué se ve en resumen? Hamilton encuentras cierta oposición en Bottas, pero Vettel es muy superior a Leclerc, órdenes al margen; Verstappen pulveriza a Gasly (si no hubiera sido por el accidente de Magnussen en la Q2 de Canadá sería un doble 7-0) y algo similar sucede en Racing Point con Pérez y Stroll. En Renault se fortalece Ricciardo y en Toro Rosso, pese a todos los elogios que recibe la tarea del novato Albon, la experiencia de Kvyat pesa más. Más parejo en McLaren, no tanto en Haas, el aparente desinterés de Raikkonen es bastante más que el entusiasmo de Giovinazzi en Alfa Romeo y Russell señala el único 7-0, 7-0 del análisis sobre el disminuido Kubica en Williams.
¿Y qué conclusiones se extraen?
En primer término, salvo en McLaren, los pilotos que dominan a sus compañeros en la qualy después, en el largo plazo, prevalecen en carrera. Esto habla de la importancia creciente del coche en la F-1 actual: casi que no hay talento que pueda revertir una situación desventajosa durante la prueba. Solo cuando se intentan estrategias distintas (por ejemplo, Stroll-Pérez en Canadá), parece posible alterarse ese status-quo.
También sugiere que el orden con el que llegan a la pista los 20 coches del Mundial de F-1 está tan marcado por la tecnología y los recursos disponibles que los 300 km de cada Grand Prix hacen bastante poco para permitir cambios. Es decir: el orden final de la carrera es, prácticamente, el mismo con el que arriban a cada pista. No hay cambios dramáticos durante un fin de semana, en general.
Después, los resultados invitan a ser cautelosos con el rol de los jovencitos en la F-1. Russell aplasta a Kubica pero Albon no es mejor que Kvyat; Norris la pelea con Sainz y Leclerc -pese a todo- está por debajo de Vettel pese a los pronósticos de un rápido destronamiento. Por ahora, 50/50.
Estamos en un momento en la F-1 en el que, salvo excepciones raras, los equipos tienen un nivel tal que pueden poner en carrera dos autos de más o menos el mismo nivel. Acaso la excepción sea Williams, flaco de recursos: en el equipo de Grove produjo un auto que era más veloz que el otro, lo condujera Russell o Kubica.
Estamos en un momento en la F-1 en el que, salvo excepciones raras, los equipos tienen un nivel tal que pueden poner en carrera dos autos de más o menos el mismo nivel. Acaso la excepción sea Williams, flaco de recursos: en el equipo de Grove produjo un auto que era más veloz que el otro, lo condujera Russell o Kubica.
La sospecha es que, en ese plano, los equipos no favorecen a ningún piloto en particular pero que la concepción misma del auto -antes de llegar a la refinación de la puesta a punto- le cae siempre mejor a uno que a otro. Por eso, las diferencias son marcadas a favor de un piloto en más de la mitad de las escuadras.
¿Lo piensan los ingenieros antes de trazar la concepción inicial de un auto? Es probable: Mercedes sabe muy bien qué auto le cae mejor a Hamilton. Pero no es imprescindible: si se puede disponer del auto más veloz, después el piloto -alguno de los dos- se las compondrá para acomodar su manejo a lo que el coche le reclame.
En los equipos de más recursos, esa tendencia parece inclinada hacia el número 1, teórico o real: Hamilton, Vettel, Verstappen. Desde allí pueden dar batalla por ser el mejor de la clase. Por ahora, el inglés y el holandés, con lo que tiene cada uno a disposición, van por delante del alemán en conducción.
Así desarrollamos el tema en El Show de la Fórmula 1, este lunes 17, en Fox Sports 3.LA OTRA MIRADA: "EL PRIMER RIVAL"#F1xFOX Los compañeros de equipo, la gran medida. Debatimos con @pvignone pic.twitter.com/7HIcMs9oou— FOX Sports Argentina (@FOXSportsArg) 18 de junio de 2019
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