Aquel jovencísimo Lewis Hamilton que sorprendía a la Fórmula 1 con apenas 22 años peleando el título mundial en su año debut, ya es historia. Quedó muy atrás de este campeonísimo consagrado, mago de la conducción que se apresta con calculada eficiencia a quedarse con los máximos records de la historia, esos que se creyó que serían eternamente propiedad de Michael Schumacher.
Pero este Hamilton de 34 años, cinco veces campeón del mundo, se tropieza con lo impensado. Después de batallar unos años con una especie de contemporáneo como Sebastian Vettel (32), descubrió a lo largo de 2019 que su principal rival había pasado a ser un chico que está a punto de cumplir los 22 años, Max Verstappen. Y mientras termina de digerir el nuevo escenario, sobre él se planta otro irreverente, pero que tiene 21.
En Instagram son todas flores. "Hiciste un estupendo trabajo hoy, @charles_leclerc y no hay drama entre nosotros (...) Espero que haya muchas más batallas", lo felicitó Hamilton.
Pero en el terreno, la guerra está servida. "Parece que la nueva generación sale mejor librada que los pilotos más experimentados en la manera en la que se comportan con sus coches", declaró el inglés al caer en Monza la tarde del GP de Italia. Molesto con la maniobra en la que Charles Leclerc lo dejó sin pista, en la vuelta 35 del GP, avisó. "Es un buen dato, ahora ya sé y espero a la próxima".
Dicen que el que avisa no es traidor: "Si el campeonato hubiera estado decidido, no me habría movido y habríamos chocado", sentenció Hamilton. Mensaje transparente. No lo intentes otra vez.
¿Intimidación? Leclerc no tendrá en las futuras carreras un auto tan ganador como el que condujo en Spa-Francorchamps y en Monza. Pero el monegasco viene abriéndose camino, ya impuso su capitanía de facto en la escuadra de Maranello y podría volverse otro dolor de cabeza para Hamilton... si no se controla antes.
"Yo sabía que estaba en el límite, pero no iba a quedarme con nada con tal de ganar", contestó Leclerc. "Dí todo lo que tenía, traté de acercarme al límite de lo que es aceptable y eso fue lo que hice, por eso me puso tan contento este triunfo".
Si Hamilton quiere marcarles el terreno por vía de la psicología, será una lucha muy interesante para ver en los últimos GGPP del 2019, que acaso reemplace como foco de atención a la casi disuelta pelea por el título mundial. Valtteri Bottas redujo en dos puntos la ventaja que le lleva Hamilton (63 puntos con 182 en juego) pero el equipo no lo valoró demasiado, aparentemente...
"Parece como si le costara un poco extraer el máximo de su auto cuando alcanza a un rival. En esa posición, Lewis puede acercarse más a quien viaja adelante y se coloca mejor para intentar una maniobra. Es algo en lo que tiene que trabajar", le recomendó Toto Wolff, su jefe en Mercedes. "Tenía el auto más rápido de la carrera".
Está claro. Hamilton tiene mucho menos de qué preocuparse respecto de Bottas que de Leclerc o Verstappen. Singapur, en dos semanas, puede volverse una batalla a tres bandas.
0 Comentarios