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| El festejo de la Suceria Ferrari tras el 1-2 en Singapur con Vettel y Leclerc. Fue el primer 1-2 del equipo en 2019 y el primero de cualquier escuadra en el historial del Grand Prix de Singapur (Foto prensa Ferrari) |
"¡Qué diablos!". La expresión radial de Charles Leclerc sirvió tanto para graficar su incredulidad tras haber perdido de manera involuntaria la delantera sobre su compañero Sebastian Vettel, como para sintetizar lo que sucedió en el Grand Prix de Singapur, 15a carrera del Mundial de Fórmula 1, cuyo resultado final fue una llamativa sorpresa para todos: equipos, pilotos, analistas y fanáticos de la disciplina.
¿Era un Grand Prix, realmente? El primer cuarto de carrera fue completado con tiempos de giro de hasta 13 segundos más lentos que la pole-position. La (absurda) necesidad de cuidar el estado de los neumáticos determinó el ritmo. Cuando llevar a cabo el pit-stop obligatorio se volvió una decisión difícil de tomar. Como el pelotón estaba comprimido, una mala determinación podía devolver el auto al medio del tráfico.
RedBull dio el puntapié inicial llamando a Max Verstappen (que viajaba cuarto, detrás de Charles Leclerc, Lewis Hamilton y Sebastian Vettel) en el giro 18. Ferrari vio el apresto y convocó a Vettel, para evitar sufrir el undercut (cuando una parada anticipada hace perder, más adelante, el puesto en pista).
Ambos se detienen. Ni Leclerc ni Hamilton lo saben.
Pero el inglés reclama su propia parada: quiere efectuar el undercut sobre Leclerc.
"Sabía que teníamos que hacer el undercut", diría tras la carrera. "Lo dije en el briefing esta mañana, 'tomemos el riesgo', y no lo hicieron. Es doloroso porque podríamos haber ganado la carrera".
Sin embargo, ya es tarde. Leclerc se detiene un giro más tarde que Vettel. Hamilton ya no puede intentar pasarlo con el pit-stop. Mercedes cambia la estrategia (y se equivoca por segunda carrera consecutiva).
Vuelta a Leclerc. Su vuelta de ingreso a boxes es igual de rápida que la del alemán. Sin embargo, Vettel vuela en ese giro 20: marca 40s966 en el segundo sector (contra 42s989 de Leclerc en la anterior) y 35s613 en el tercer sector (contra 37s243 del monegasco). En dos tercios de vuelta, con la goma fresca, le rebaja casi cuatro segundos.
En definitiva, Leclerc sale detrás de Vettel. Cuando lo comprueba, vuela de la rabia:
-Necesitamos que empujes todo lo que puedas-le piden por radio
-Sí, pero qué diablos...
-Charles, hicimos lo mejore que podíamos hacer. La carrera es larga, concentrémonos, están haciendo un super trabajo.
-Sí, pero quiero que sepan lo que siento. Para ser completamente honesto, no entiendo para nada el undercut. Lo discutiremos más tarde.
Más allá de su bronca (cuando el poleman no gana, es porque ha perdido...), Leclerc fue menos diestro que Vettel en el tráfico, en vueltas sucesivas. Allí terminó de definirse la suerte del GP. O casi...
-Quiero todo. Inclusive modo motor (más potencia)-pide Leclerc en el giro 48, a punto de expirar la segunda de las tres neutralizaciones de la carrera.
-Charles, necesitamos que traigas el auto de vuelta, necesitamos controlar la unidad de potencia y traer el auto de vuelta.
-No voy a hacer nada estúpido, no es mi objetivo. Quiero hacer el 1-2, pero pienso que no es justo...
Habían pasado 392 días desde el último triunfo de Vettel, en Bélgica 2018. Demasiado tiempo para un aspirante a quíntuple campeón mundial. "Pensé que me llamaban un poquitito temprano porque podía hacer durar algo más las gomas pero en la vuelta de salida dí todo y me sorprendió quedar adelante", aseguró.
"Nadie hace un undercut entre dos autos del mismo equipo", se quejó Leclerc en Ferrari. "Es frustrante, hice todo de acuerdo al plan". Según Mattia Binotto, el director deportivo de la escuadra italiana, esperaban que el ganador de Spa y Monza conservara la punta tras las detenciones, y agregó que en un momento pensaron en restablecer el orden. Para entonces, Vettel ya había sido más listo en el tráfico.
¿Por qué demoró Mercedes el ingreso de Hamilton? Al tener a las dos Ferrari en boxes antes que a su piloto, prefirieron dejarlo en pista para calzarle cubiertas que, al final de la carrera, iban a estar más frescas que las de los coches italianos: esperaban un cierre con fuegos artificiales. Pero en esa demora en el ingreso perdieron tiempo y, en definitiva, la posición con Vettel y Verstappen (al cabo, la decisión inicial de RedBull dio muy buen resultado y le valió el podio al holandés).
"Si no lo paramos antes fue porque Lewis corría el riesgo de enredarse en el tráfico", explicó Toto Wolff, director deportivo de Mercedes. "Todo el mundo se sorprendió de lo fuerte que fue el undercut de Ferrari".
En el cierre, las tres neutralizaciones con safety car (accidentes de Russell, Pérez y Raikkonen) jugaron para Ferrari: sus cubiertas no se deterioraron tanto y Hamilton no pudo atacar como pensaban en Mercedes.
Segunda carrera consecutiva con fallas estratégicas en el equipo campeón mundial: en Italia comprometieron el final de Hamilton calzándole gomas medias (y no duras) en la parada. En Singapur la sacaron más barata porque el inglés (4°) le sacó más ventaja a Valtteri Bottas (5°), que tuvo que perder 3 segundos en una vuelta para hacerle lugar a su compañero.
El 1-2 sorprendió inclusive a Ferrari. Su motor es el más potente y su chasis pareció no adolecer aerodinámicamente como a lo largo del año en circuitos con tantas curvas. Esta última fue la sorpresa más vigorosa. La tendencia podría volver al final de la temporada en una serie de citas apasionantes, en las que ya no se sienta tanto el favoritismo de Mercedes.
Es lo que piensa Hamilton: "Parece que ellos están más hambrientos que nosotros en este momentos, tenemos que despertarnos. Somos el mejor equipo y tenemos la habilidad para hacerlo. Necesitamos dejar de arrastrar los pies...".
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