EXITO TOTAL: MERCEDES 2014/2020 VERSUS FERRARI 1999/2004, ¿CUÁL FUE EL EQUIPO MÁS BRILLANTE DE LA HISTORIA DE LA FÓRMULA 1?


Letra fría: los resultados del Grand Prix de Japón consagraron a Mercedes como campeón de constructores de Fórmula 1 por sexto año consecutivo, pero lo cierto es que ahí detrás hay un record formidable que permite proyectar esa marca entre lo más exitoso de la historia del Mundial de la máxima categoría del automovilismo.

Es el sexto título de la casa alemana, que lo mantiene por debajo de Ferrari (16), Williams (9), McLaren (8) y Lotus (7), pero como siempre la estadística no lo muestra todo. El Campeonato de Constructores se instauró en 1958, tres años después del retiro de Mercedes tras sus aplastantes temporadas de 1954 y 1955. 

Una proyección benigna de la primera década del Mundial llevaría la marca de Mercedes a 8 títulos, a la altura de McLaren, en el podio de las marcas más exitosas; con esa proyección, también habría que adjudicarle a Ferrari los títulos no disputados en 1952, 1953 y 1956.

Pero, más allá del revisionismo, lo cierto es que los datos concretos suponen que esta hegemonía de Mercedes en la era híbrida, desde 2014 a la actualidad, se volvió el periodo más dominante de la historia del Mundial. La escuadra que conduce Toto Wolff acaba de superar lo edificado por el equipo Ferrari década y media atrás, en el arranque del nuevo siglo:

Ferrari 1999-2004
6 títulos de constructores
5 títulos de pilotos

Mercedes 2014-2019
6 títulos de constructores
6 títulos de pilotos

La diferencia parece mínima: en 1999, la escuadra italiana se quedó con la Copa de Constructores pero no con el título de pilotos, que fue a parar a manos de Mika Hakkinen (McLaren), después de vencer al irlandés Eddie Irvine, inesperadamente vuelto el candidato de Ferrari tras el accidente que Michael Schumacher sufrió en el GP de Inglaterra de ese año, fracturándose una pierna, que le impidió competir en los siguientes seis Grands Prix.

Mercedes, que ya consagró a Lewis Hamilton en 2015, 2015, 2017 y 2018 y a Nico Rosberg en 2016, volverá a entronizar a uno de sus pilotos como campeón mundial en la corriente temporada, ya que solo Hamilton y el vencedor del GP de Japón, Valtteri Bottas, mantienen chances matemáticas de alcanzar la corona. Charles Leclerc (Ferrari), que marcha tercero en el torneo, sumó 221 puntos, 117 menos que los 338 que ya reunió Hamilton, cuando solo quedan 104 unidades en juego.  

Es decir, Mercedes ya puede celebrar tanto los seis títulos consecutivos de Constructores como los de pilotos. Nunca ningún equipo logró algo similar desde 1958 a la fecha. 

Pero no son solamente esas evidencias las que se señalan a Mercedes. Un repaso más profundo de los números arrojan otras conclusiones positivas para la acción de la escuadra de Brackley.

Ferrari 1999-2004
63 triunfos/101 carreras: 62% de eficacia
De esos 63 triunfos, 50 (79%) fueron de Schumacher 
66% de los puntos posibles

Mercedes 2014-2019
86 triunfos/117 carreras: 73,5% de eficacia
De esos 86 triunfos, 60 (69%) fueron de Hamilton
81% de los puntos posibles

En su periodo dorado, dirigida por Jean Todt, con la responsabilidad técnica en manos de Ross Brawn y con Michael Schumacher como espada prácticamente exclusiva, la escudería Ferrari alcanzó un porcentaje de triunfos apenas superior al 62 por ciento. No llegó a dos victorias cada tres carreras.

En cambio, en esta época híbrida, el éxito de Mercedes arañó el 75 por ciento, casi que tres triunfos cada cuatro carreras

Otro gran rubro a subrayar es la eficiencia de la operación. En su séxtuple conquista, Ferrari sumó el 66 por ciento de los puntos posibles (contra el ideal de marcar el 1-2 en cada carrera); Mercedes llevó ese porcentaje por encima del 80 por ciento.

Eso es consecuencia directa de la envidiable salud mecánica de las Flechas de Plata: en los 117 Grands Prix de la campaña híbrida, solo se pararon en 10 ocasiones por problemas técnicos. 

Pero esos números no solo hablan de mejor rendimiento. Sugiere también mayor trabajo en equipo, teniendo en cuenta las incidencias de Schumacher (casi el 80 por ciento de los triunfos de Ferrari en ese periodo) y de Hamilton (menos del 70 por ciento) en esas campañas.

Es decir, todo indica que Mercedes dependió mucho menos del inglés que Ferrari de Schumacher para ganar esos seis títulos consecutivos de Constructores. Los fanáticos recuerdan el orden ultraverticalista con que la escuadra de Maranello gestionó esa época triunfal. 

En cambio, Hamilton dispuso de mucha mayor oposición interna en Mercedes, al menos en el arranque de la campaña: entre 2014 y 2016 ganó 31 Grands Prix, pero su compañero Nico Rosberg venció en 20 pruebas. Cuando el alemán se retiró y fue reemplazado por Bottas, el clima se volvió mucho menos tenso, y solo en 2018, cuando la presión de Ferrari era enorme, Mercedes adoptó ese esquema vertical, al menos brevemente, ordenándole a Bottas que resignara victorias (como en Rusia) a favor de su compañero.

En ese sentido, este de 2019 es el título más apacible de Mercedes y, eventualmente, de Hamilton. Entre 2014 y 2016 todos bailaron al compás de la tensión entre el inglés y Rosberg; en 2017 y 2018, la amenaza de Ferrari y Vettel apretaron la campaña. La combinación en 2019 de competencias interna y externa más débiles condujeron a ese panorama. 

La pregunta inevitable -teniendo en cuenta que esta confrontación histórica entre Ferrari y Mercedes desemboca en la puja virtual entre Schumacher y Hamilton por los máximos records de victorias y títulos- es la siguiente: ¿los equipos ganan tanto porque tuvieron a dos fuera de serie al volante o, a la inversa, ambos pilotos son los  vencedores máximos porque integraron los equipos más extraordinarios de la historia?

La respuesta no es sencilla, porque no son variables independientes. En el caso de Hamilton, Mercedes lo ayudó con un auto casi que a prueba de balas, aunque no tener un status de número 1 en los primeros años de la sociedad pudo haberlo perjudicado. Ese trabajo en equipo (como se vio en Japón, que privilegió el interés del mejor piloto en pruebas y clasificación, que fuer Bottas y no Hamilton) no siempre colaboró con la ambición del británico de sumar la mayor cantidad posible de victorias, para alcanzar la marca de 91 triunfos que Schumacher consolidó en esa  grandiosa campaña de Ferrari que Mercedes ahora deja atrás. Hamilton ya suma 82. Y muestra su contrariedad por no tener 83. 

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