LE CORTARON LAS ALAS: RED BULL, OTRA VEZ EN PROBLEMAS Y BAJO FUEGO AMIGO

Foto RedBull Racing

Max Verstappen cumplió 22 años el lunes 30 de setiembre. Siendo tan joven, aunque no necesariamente en términos automovilísticos, ya tiene una campaña de 97 Grands Prix, con siete victorias. Una campaña enorme. 

Pero el momento que vive no es el mejor.

Lo puso en palabras su padre Jos: “La performance de RedBull es preocupante. Desde agosto estamos en el mismo lugar mientras los rivales han hecho progresos. Es muy frustrante, y no podemos hacer nada. Tanto en el motor como en el monoposto, fuimos para atrás", afirmó con su característica vehemencia a la TV holandesa. Es difícil considerar que Jos habla en contra de lo que piensa su hijo...

¿Qué fue lo que ocurrió?

Con Mercedes en forma extremadamente dominante desde el arranque de la temporada, RedBull se preparó para el máximo objetivo que podía alcanzar en esa circunstancia: desbancar a Ferrari del segundo puesto del campeonato de Constructores. 

No fue descabellado, tras el pobre arranque de la escuadra de Maranello, pensar que podía ser RedBull el primero que batiera a Mercedes. El pronóstico se cumplió en julio, cuando Verstappen ganó el GP de Austria, e inició un periodo sensacional para el equipo de Milton Keynes, que se estiró algunas carreras, durante las cuales el RB15 de Adrian Newey se mostró más competitivo que la SF90 de Maranello. 

Victorias en Austria y Alemania, segundo lugar en Hungría, solo el infortunado golpe de Sebastian Vettel sobre Verstappen en el GP de Inglaterra privó a la escuadra y su primer piloto de otro podio. 

El objetivo estaba al alcance del esfuerzo. En procura de esa meta fue que Herr Doktor Helmut Marko llamó por teléfono a Pierre Gasly, a las 8:45 del martes posterior al GP de Hungría, cuando ya se había iniciado el receso del verano europeo, para avisarle que no volvería a conducir para RedBull en esta temporada.

La escuadra precisaba todos los puntos que su segundo piloto pudiera lograr en la parte final del torneo, para descontar la ventaja que llevaba Ferrari -hasta ahí, 44 unidades- y por eso elegía desbancar a Gasly (que solo había conseguido la tercera parte de los puntos recogidos por Verstappen) para reemplazarlo con el tailandés Alex Albon. 

Entonces, inclusive, parecía que el deseo del Dr. Marko de ganar cinco Grands Prix en el año era posible. Verstappen ya había triunfado en Austria y Alemania, y el equipo esperaba grandes actuaciones en Singapur y México, con chances de figuración en Japón y Brasil.

Pero los planes más cuidadosamente trazados pueden tropezar con la realidad. La Ferrari que regresó del receso no era la menguante que acabó 40 segundos por detrás del coche de Verstappen en el GP de Hungría.

La campaña de Red Bull

• De Austria a Hungría (4 carreras)
• 107 puntos
• 2 triunfos, 1 segundo lugar

• De Bélgica a Rusia (4 carreras)
• 67 puntos
• 1 tercer lugar

Mientras Ferrari subía, RedBull se volvió una escuadra desconocida. Verstappen se pegó en Bélgica, quebrando una racha de 21 carreras consecutivas en los puntos. Los circuitos rápidos como Spa y Monza no los favorecían, pero en Singapur no fueron tan competitivos como esperaban. 

En definitiva, lejos de achicarse, la diferencia que amasaba Ferrari se duplicó y más: subió de 44 a 105 puntos tras el GP de Singapur. 

Según se sabe hoy, Verstappen eligió para correr en Marina Bay una puesta a punto sin máxima downforce, para disponer de un poco más de velocidad, pero de esa manera sufrió más de lo normal con los saltos y los pianos del circuito. Arribó tercero solo a causa de los errores estratégicos de Mercedes en esa competencia. 

Además, las penalidades por cambio de motor obligaron en general tanto a Verstappen como a Albon a largar, en general, desde más atrás de lo normal: el tailandés partió 17° en Bélgica, para arribar quinto; Verstappen largó 19° en Monza y lo perjudicó un toque con Sergio Pérez en la largada, para arribar octavo. En Sochi perdió cinco lugares en la partida mientras que Albon, por un error propio en la Q1, partió último.   

Las últimas penalidades se dieron en un marco especial: Honda quiere que sus autos tengan una renovada Versión 4 de su unidad de potencia, bien preparada en el GP de Japón, en Suzuka, dentro de dos semanas, la carrera en la que son locales; de hecho, Honda es propietaria del circuito.

En Suzuka, esos motores dispondrán de un nuevo tipo de combustible, preparado por su proveedor ExxonMobil, que supone un incremento de potencia; es probable también que allí llegue el último desarrollo aerodinámico del año para la marca. 

A muchos los sorprendió la falta de velocidad final que tuvo Verstappen este domingo en Sochi. En Holanda, los medios especulan que Honda le impuso un "modo económico" al motor del holandés para que llegue con la mayor frescura posible a la cita japonesa. 

Por fortuna para el equipo, en Rusia sumó más puntos que Ferrari gracias al inesperado abandono de Vettel que tanto peso tuvo en la decisión del Grand Prix. Por eso, la diferencia quedó en 98 puntos. 

"El ritmo de Max al final de la carrera fue respetable pero no suficiente como para desafiar al top-3", reconoció Christian Horner, el team principal de RedBull, tras la carrera. Dos meses atrás, sí era suficiente.

La campaña de Verstappen

De Austria a Hungría

1°-5°-1°-2°

De Bélgica a Rusia

Ab.-8°-3°-4°

En estas últimas cuatro carreras, Verstappen no se mostró como el piloto combativo de la primera parte del año, un rendimiento que le valió ser considerado como el rival más próximo que Lewis Hamilton encontraba como límite. ¿Se sentirá desmotivado?

Ese lugar, quizás, lo ocupa ahora Charles Leclerc: se verá si eso es circunstancial o no. De hecho, por primera vez en el 2019 el monegasco supera al holandés en el campeonato, tras el resultado del GP ruso. 

Albon consiguió una seguidilla de puestos puntables, pero el equipo advierte que todavía no es consistente en clasificación y que, durante las carreras, tarda en ganar altitud. Su lugar en la escuadra del 2020 no está asegurado...

RedBull tiene claro que hoy su auto no es el segundo mejor  de la F-1 del 2019, como lo fue hasta el arranque del receso, y que la tabla de Constructores refleja muy bien lo que está ocurriendo en la pista. 

Pero le quedan cinco carreras: si el motor realmente desarrolla gran potencia y el avance aerodinámico es efectivo, RedBull puede recuperar parte del brillo que mostró entre junio y agosto. Volver a utilizar sus alas. Y desmentir a Jos Verstappen, que cree que "no parece posible que RedBull pueda luchar por el título del mundo ni siquiera el año próximo". El contrato de Max con el equipo expira a fines de 2020...