TONY ROLT: DE PRISIONERO NAZI A VENCEDOR EN LE MANS Y PROPULSOR DE LAS 4X4

Tony Rolt (a la derecha), junto a su coequiper Duncan Hamilton en Le Mans

Los logros al volante de Anthony Peter Roylance “Tony” Rolt calibran la auténtica clase de su talento. Pero su condición heorica se debió, especialmente, a todo lo que hizo cuando, aún siendo ya piloto de autos de Grand Prix, se vio obligado a correr... pero por su vida. 

Rolt apuntaba a piloto interesante en la década del ’30, pero fue la manera en la que se comportó una vez que los motores se apagaran contra la voluntad humana lo que lo hizo trascender. Había ganado el Trofeo del Imperio Británico en 1937, a los 18 años, conduciendo el ERA del príncipe siamés Chula –el mismo que desde los boxes le mostraba el cartel a su primo, el príncipe Bira, con instrucciones en siamés para que los rivales no entendieran qué le pedía- y repitió la victoria en 1939, en Donington, cuando el deber lo convocó y el coraje lo enalteció.

Es que, educado en la academia militar de Sandhurst, Rolt era mayor del Ejército británico, en la brigada de los rifleros. Probó su valor en la defensa de la 30ª Brigada de Infantería, en Calais, en mayo de 1940, unos días antes de la evacuación de Dunkerque, cuando, con 22 años y siendo segundo teniente, manejó un camión lleno de heridos, bajo fuego enemigo, para ponerlos a salvo, una acción que le valió la Cruz Militar, su primera condecoración. En esa acción, fue hecho prisionero de los nazis. Pasó el resto de la Segunda Guerra Mundial intentando evadirse. “Escaparse no era un juego. Ni era diversión. Era simplemente un deber”, afirmaría después.



Se ganó su segunda Cruz Militar por haber llevado adelante siete intentos de escape. Cada vez que los alemanes lo recapturaban, era encerrado en una prisión más opresiva, con rigurosos castigos y largos periodos de confinamiento solitario:

  1. Primer intento: tras su captura, arrojándose a una zanja cuando los guardias nazis se distrajeron. Rolt buscaba un avión para retornar a Inglaterra, pero una patrulla lo recapturó y fue enviado al campo de concentración Laufen.
  2. Segundo intento: empezó en la boca de un túnel cavado de apuro para escapar de Laufen. Los nazis lo descubrieron antes que la construcción fuera terminada, y Rolt fue trasladado al campo de Biberach, cerca de la frontera con Suiza.
  3. Tercer intento: en agosto de 1941, se disfrazó de guardia alemán y salió caminando del campo. Otra patrulla lo recapturó cerca de la frontera con Suiza. Lo enviaron a un campo en Posen.
  4. Cuarto intento: En Posen tiró una escala sobre la cerca de alambre de púa para escapar. Fue a parar a una celda de castigo en Warburg, en una zona desolada.
  5. Quinto intento: aprovechó una visita de integrantes de la Cruz Roja suiza para pedirles la ropa y salir del campo vestido con ellas junto a otros cuatro compañeros. Después de 48 horas de cacería humana atraparon a todos en una estación de tren. Fueron enviados a un campo de prisioneros en Eichstatt, Bavaria.
  6. Sexto intento: De Eichstatt salió después de mezclarse en una fiesta vistiendo uniforme del ejército alemán propiedad del asistente de un general. Los nazis lo descubrieron a tres kilómetros del campo y confinaron en Colditz, un castillo sobre el río Mulde, en lo alto de una colina, una fortaleza prácticamente infranqueable.
  7. Séptimo intento: La mayoría de los compañeros de Rolt era miembros de la Fuerza Aérea británica, así que decidieron evadirse utilizando un planeador. ¿Y dónde iba a haber un planeador en un altillo? en una noche, 12 prisioneros levantaron una pared falsa en un ático, para ocultar el taller. Encontraron planos de un planeador en la biblioteca de la prisión. Se organizaron para recoger materiales con los cuales fabricar las 6 mil piezas individuales que precisaban para armarlo. Empezaron a trabajar en mayo de 1944 con la esperanza de terminarlo un año más tarde.


Antes, en abril de 1945, llegaron las tropas norteamericanas. Rolt había perdido cinco años como prisionero de guerra. El planeador nunca voló, pero una réplica construida 40 años más tarde probó que habría sido capaz de hacerlo.

¿Pudo el automovilismo arrancarle a Rolt pruebas más irrefutables de valor y coraje que ésas?

José Froilán González recordaba especialmente, del trabajo que le dio derrotarlo, a él y a su coequiper Duncan Hamilton (a quien el arrecifeño llamaba "Amilton", sin parentesco alguno con Lewis), en la edición de 1954 de las 24 Horas de Le Mans, cuando el arrecifeño y Maurice Trintignant llevaron a la victoria a la Ferrari 375. 

No fue una gran desilusión para Rolt –nada podría haberlo conmovido después de lo que había vivido durante la guerra-, teniendo en cuenta que, un año antes, en 1953, ya había conquistado las 24 Horas, también con Hamilton, menos de una década después de haber sufrido la humillación en las prisiones y campos nazis. 

En 1953, siendo piloto oficial de la Jaguar, tomó la vanguardia de las 24 Horas apenas 70 minutos después de la largada, y nunca más la perdieron con Hamilton; fue una victoria histórica porque, también, fue la primera de un auto de carreras equipado con frenos a disco...

(La leyenda clama que largaron la carrera en estado de semiembriaguez porque su Jaguar XK120C se había resentido durante la clasificación y que, como pareció que no estaría listo para la prueba, la noche anterior Rolt y "Amilton" se dedicaron a emborracharse, componiéndose en las horas previas a la carrera con litros de café negro tras un milagro producido por los mecánicos. Permanece en categoría de mito: los reportes de la época nada dicen al respecto, pero...

El Jaguar C n° 18 de Rolt y Hamilton vencedores en 1953.


En el '54, la crónica dice que Froilán condujo 17 de las 24 horas de la carrera, pero en general no se ha dicho porqué: En condiciones lluviosas durante casi toda la prueba, González era mucho más rápido que Trintignant, a quien en la fase decisiva de la prueba Rolt le descontaba ¡de 13 a 20 segundos por giro! Cada vez que Rolt apretaba, Ferrari convocaba a los boxes a Trintignant y lo reemplazaba por el cada vez más exhausto Froilán. Aún así, Rolt y su colega Hamilton redujeron la ventaja de dos vueltas a minuto y medio al final de la prueba...

Retirado Rolt de las carreras en 1955, después de presenciar el desastre de aquel año en las 24 Horas,  su compañía FF Developments produjo un notable avance en la fase experimental de la tracción integral en los vehículos de serie. Todos los usuarios de 4x4 del mundo le deben un trocito de su confort. Incluso, el único coche 4x4 que ganó una carrera de Fórmula 1 -el Ferguson P99 que Stirling Moss llevó al triunfo en la Copa de Oro de 1961, en Oulton Park (Inglaterra), sin puntos para el campeonato mundial- fue construido y desarrollado para satisfacer su inquietud.

Al momento de su muerte, en marzo de 2008, Tony Rolt era el único sobreviviente de la grilla de partida del primer Grand Prix puntable del original Campeonato Mundial de Fórmula 1, el de Europa de 1950, disputado el 13 de mayo de ese año en Silverstone, del que días atrás se cumplieron 70 años. De los 23 corredores que tomaron parte en aquella prueba, entre ellos Juan Manuel Fangio (fallecido en 1995), Rolt fue el único en celebrar el Año Nuevo 2008...

8/6


Publicar un comentario

0 Comentarios