SILVERSTONE, 1967: EL RIESGO ERA SUPREMO, PERO CORRER ERA MAS FÁCIL


Esta es la clasificación completa del Grand Prix de Inglaterra de 1967, disputado un poco más de medio siglo atrás en Silverstone, como el de este fin de semana, pero en el dibujo original, el mismo en el que arrancó la historia del Mundial de Fórmula 1 en 1950. Pegale una mirada:

Jim Clark (Lotus)
Denis Hulme (Brabham)
Chris Amon (Ferrari)
Jack Brabham (Brabham)
Pedro Rodriguez (Cooper)
John Surtees (Honda)
Chris Irwin (BRM)  
David Hobbs (BRM)  
Alan Rees (Cooper)  
10° Guy Ligier (Brabham)  
Ab. Bob Anderson (Brabham)  
Ab. Graham Hill (Lotus)  
Ab. Mike Spence (BRM)  
Ab. Dan Gurney (Eagle)  
Ab. Silvio Moser (Cooper)  
Ab. Jochen Rindt (Cooper)  
Ab. Jackie Stewart (BRM)  
Ab. Bruce McLaren (Eagle)  
Ab. Jo Siffert (Cooper)  
Ab. Jo Bonnier (Cooper)  
NL Piers Courage (BRM)  

Largaron 20 pilotos, tantos como los que lo harán el domingo en el cuarto Grand Prix de 2020. Pero las peculiaridades de esa clasificación final son muy llamativas.

De los 21 pilotos (incluido al que no pudo largar), solo quedan cuatro con vida: el escocés Jackie Stewart (80 años) y los ingleses Chris Irwin (78, protagonista de una historia increíble, que pronto habrá que contar), David Hobbs (81) y Alan Rees (82). Es normal: pasaron 53 años... 

Lo terrible es que once de los 21 pilotos fallecieron en los ocho años posteriores a esta prueba, diez de ellos en trágicos accidentes de carrera: Clark, Rodríguez, Anderson, Spence, Moser, Rindt, McLaren, Siffert, Bonnier y Courage. Anderson perdió la vida en Silverstone, precisamente, probando su auto apenas un mes después de esta prueba... Las pésimas condiciones de seguridad convirtieron su accidente en una agonía trágica. Hill, fallecido en 1975 en un accidente de aviación, cerró esa lista macabra.

Eso subraya crudamente lo riesgoso que era ser piloto de carreras en aquellos años dorados... 

Por causas naturales, los últimos en fallecer fueron Brabham (en 2014), Ligier (en 2015), Surtees (en 2017) y Gurney (en 2018). Fuera del cockpit, sobrevivieron a esa carrera entre 45 y 50 años...

Lo interesante es que en la columna de las marcas hay siete participantes: Lotus, Brabham, Ferrari, Cooper, Honda, Eagle y BRM. Solo sobreviven Ferrari y Honda (esta última solo como motorista). Los pergaminos de campeón de Lotus, Brabham, Cooper o BRM no los salvaron de la extinción. 

Pero si se lee bien la columna de la izquierda, la de los pilotos, se pueden encontrar otras seis marcas de Fórmula 1... por venir. Una mirada un poco más intensa puede descubrir, escondidas, una séptima y una octava...

En efecto.

Amon, tercero, armó su propio coche de F-1 en 1974, una aventura desastrosa con la expectativa de mantener al neocelandés en la máxima categoría, que duró muy pocos Grands Prix. Al menos lo intentó.

Surtees, sexto, tuvo su propia escuadra entre 1970 y 1977. Solo conquistó algunos pocos podios. Su mal talante era proporcional a su brillantez como ingeniero. 

Ligier, décimo, pasó de construir coches sport a alimentar ilusión de triunfos en F-1: su equipo corrió entre 1976 y 1996, logrando XX triunfos y peleando el título de 1981.

Hill, que no llegó a la meta, también generó su propia escuadra con la idea de seguir compitiendo: los resultados de 1975 produjeron cierto entusiasmo pero el accidente aéreo en noviembre de ese año acabó con la vida de Hill, su piloto Tony Brise y otros cuatro integrantes del equipo. También dejó al descubierto un mar de deudas...

Stewart, que también abandonó, impulsó un team junto a su hijo Paul. Obtuvo el financiamiento de la Ford Motor Company para el proyecto y, luego de obtener el triunfo en el GP de Europa de 1999, le vendió el equipo completo al Óvalo. Establecido en Milton Keynes, la escuadra pasó a llamarse Jaguar en 2000 (y su primer piloto Eddie Irvine se convirtió en el empelado de Ford mejor pago en todo el mundo...) y, a punto de cerrar por falta de resultados, la compró Herr Dietrich Mateschitz y la rebautizó RedBull...

McLaren, por supuesto, ya existía; Bruce no corrió ese GP con su creación simplemente porque no disponía de motores adecuados y Dan Gurney, el piloto/propietario del AngloAmericanRacers, el equipo que construía y alistaba los Eagle-Weslake, le cedió una unidad. En aquel entonces, la McLaren Cars ocupaba un garage en Slough, muy cerca del aeropuerto de Heathrow; desde entonces se volvió la segunda escuadra más victoriosa en la historia del Mundial, detrás de Ferrari.

Y la séptima, que solo se descubre con un poco de conocimiento previo, es la que ensambló Alan Rees (noveno en este GP) con sus amigos Max Mosley, Robin Herd y Graham Coaker: March, una marca de mitad de pelotón que, sin embargo,llegó a conquistar dos triunfos en F-1...

¿Y la octava? El propio Rees armó a fines de 1977 otra escuadra de Fórmula 1, Arrows, también en banda como con March: Jackie Oliver, Tony Southgate y el turbulento financista italiano Franco Ambrosio fueron de la partida con Rees 

La moraleja es tan obvia como dolorosa. Más de uno de aquellos participantes pudo alentar su sueño de perpetuarse a través de un equipo de competición, de una marca. Algunos con excelentes resultados, otros no tanto. Pero era posible soñar con eso.

Hoy, por supuesto, es una quimera. 

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1 Comentarios

  1. Muy interesante Pablo , eran lindos esos autos . Aquí aparecen todos y cada uno de los pilotos que se ven en Grand Prix ( menos Fangio por supuesto), solo una pequeña observación tipicamente pesada. En aquel Gran premio sin puntos en Buenos Aires hecho para Reutemann y ganado por el Matra V12 , yo un imberbe, recuerdo que la prensa argentina alababa el brillante diseño del Surtess que ganaba una manga. (ver Automundo). Me acuerdo por que es mi primer contacto con la F1 de cerca,... bueno cualquiera se equivoca.

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