Si sos asiduo lector de ese sitio, estás informado: unos días antes de la carrera, intentamos dilucidar qué había detrás del traspaso anunciado al fondo de inversión estadounidense Dorilton Capital. Fueron pocos quienes profundizaron y las pistas nos llevaron hasta un agregado a la familia real británica que provenía del mundo del automovilismo.
Fue bueno comprobar que quienes estuvieron en Bélgica y se interesaron por la cuestión comprobaron (aunque fuera por Zoom, por mensaje de texto o vía telefónica) que no estábamos tan errados. Y mientras esperamos con ansiedad el próximo Grand Prix de Italia, en días, podemos repasar las novedades que surgieron respecto a los nuevos dueños de la escuadra que tantos títulos ganó, tantas victorias consiguió y tanto brillo perdió en sus 40 años plus de existencia.
El veterano Joe Saward (@joesaward), que no falta a un solo GP desde hace 32 años, también se extrañó con las siglas BCE de la intermediaria en la venta de Williams. "Hasta Bernie quiso saber quién usó sus iniciales", escribió. En Spa, Claire Williams negó que Ecclestone estuviera involucrado, pero eso no quiere decir nada; Saward, en cambio, tira una pista: según sus fuentes, "Ecclestone trató de ayudar a la familia Mazepin a adquirir el equipo". Hace tiempo que el empresario ruso Dmitry Mazepin intentaba comprar el equipo para apalancar la carrera, en la máxima categoría, de su hijo Nikolai (actualmente quinto, con un triunfo, en el torneo de Fórmula 2).
Para el belga Dieter Rencken (@RacingLines) especializado en temas de política y economía de la Fórmula 1, Ecclestone no está involucrado porque fuentes del equipo se lo descartaron. Habría que creerle al equipo como quien profesa una religión.
El exmarido de Petra Ecclestone, una de las dos hijas de Bernie con la croata Slavica Radic -quien lo aterrorizó durante su matrimonio-, afirmó en Instagram que el extitular de FOM estaba vinculado a la transacción. James Stunt aseguró en la semana que lo sabía porque hace negocios con Ecclestone. Sin embargo, no parece ser la fuente más confiable: Bernie lo llevó a juicio en 2019.
Entonces, Claire dice "Bernie, no". Es la misma Claire que meses atrás afirmó que el equipo no estaba en venta, mientras se negociaba el traspaso. El viernes, en Spa y vía Zoom, señaló lo siguiente: "no puedo entrar en muchos detalles acerca de la gente que hay detrás de Dorilton, eso quedará claro o nosotros estaremos en condiciones de aclararlo en las próximas semanas o meses".
Pero devela un dato curioso, no necesariamente decisivo, pero sí demostrativo de los vínculos entre el mundo de los negocios y el particular universo de la Fórmula 1. Investigando a Eden Rock Capital, el fondo de inversión propiedad de Matthews, encontré que uno de sus fundadores se llama Edward Horner. Luego verifiqué que Christian Horner (OBE), el team principal de RedBull y exrival de Matthews en la F3 británica en 1995, tiene dos hermanos, pero sus nombres son Guy y Jamie. Conexión perdida.
No. Saward asegura que Edward es el primo de Christian. Su acceso al árbol genealógico de los Horner le permite comprobarlo.
Sugerí en mi nota que John Booth, el propietario de Manor Motorsport podría ser el nexo entre Matthews y el trabajo cotidiano en la F-1. El periodista inglés opina que a los 65 años, Booth es demasiado veterano para la tarea -lo que puede ser discutible- pero asegura que Graeme Lowden, su socio "ha estado trabajando en silencio en los últimos años para poner en marcha un nuevo equipo de F-1".
Rencken aporta otra pista, que parece menor, pero tiene una enorme importancia: "Curiosamente, Dorilton fue asesorada por Eden Rock Capital". Si eso fue efectivamente así, es el vínculo que no había aparecido, hasta ahora, entre las actividades del billonario concuñado del futuro rey de Inglaterra y el fondo que anunció la compra de Williams.
Quizás no haya que esperar "semanas o meses" a que Claire W. revele el nombre de su flamante (por ahora) patrón. Quizás nos enteremos (o lo averigüemos) antes.
2/9
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