2021: ¿QUÉ ALPINE LE ESPERA A FERNANDO ALONSO?



Con el segundo puesto en el Grand Prix de Sakhir, habiendo partido desde la undécima posición y gracias a una estrategia de una única parada, Esteban Ocon se transformó en el primer francés en 35 años en subir a un podio de Fórmula 1 conduciendo un Renault: no ocurría desde que Patrick Tambay fue tercero en el GP de San Marino de 1985 en Imola. 

El quinto puesto de Daniel Ricciardo, además, supuso una cosecha de 28 puntos, la más jugosa de 2020, para la escuadra que dirige Cyril Abiteboul. Esos puntos le aseguran sostener el quinto lugar que la escudería logró en 2019 y alentar una esperanza, aún, de alcanzar el cuarto lugar que logró en 2018, aunque McLaren le lleva 12 puntos y solo queda una carrera, el GP de Abu Dhabi.

¿Y después? Después está 2021, el cambio de denominación -cuando pase a llamarse Alpine- y el segundo regreso de Fernando Alonso, que luego de ser campeón mundial con la escuadra en 2005 y 2006, tuvo otro stint menos lucido entre 2008 y 2009, incluida la espinosa victoria en Singapur...

Renault es un equipo del medio, eso está claro. Difícilmente vaya a lograr victorias a corto plazo. Pero ha logrado tres podios esta temporada y eso le pone un piso a las expectativas de Alonso, que son enormes, después de dos años fuera de la Fórmula 1.

  • 2016: 9° (Kevin Magnussen-Jolyon Palmer)
  • 2017: 6° (Nico Hulkenberg-Jolyon Palmer-Carlos Sainz Jr.)
  • 2018: 4° (Nico Hulkenberg-Carlos Sainz Jr.)
  • 2019: 5° (Daniel Ricciardo-Nico Hulkenberg)
  • 2020: ¿5°? (Daniel Ricciardo-Esteban Ocon)

Este R.S.20 superó lo hecho un año antes por su antecesor, que era una pasada en limpio del coche de 2018, una movida provocada por una falla en los crash-tests de este modelo, presentado a comienzos del año pasado, y que le costó su puesto en el equipo al ex director técnico Nick Chester.

Tiene aceptables niveles de downforce en curvas lentas y media velocidad, aunque le falta en las más veloces, como bien lo viene marcando Ricciardo desde que se sumó al equipo hace casi dos años.

El motor se ha vuelto el segundo más potente de la Fórmula 1, unos 25 HP menos que el impulsor de Mercedes, y un poco por encima de lo que entrega la unidad de potencia de Honda. Eso, sin que todavía se haya adoptado la decisión técnica de "separar" el turbo, como lo ha hecho Mercedes desde que se inició la Era Híbrida en 2014; es decir, colocar la turbina y el compresor a ambos lados del block. 




Aunque el chasis se proyecta, diseña y construye en Inglaterra y con el motor ocurre lo mismo pero en Francia, del otro lado del Canal de la Mancha, hay un enorme grado de complementación entre ambos equipos de trabajo. Nombres como Pat Fry, Remy Taffin, Ciaron Pilbeam, Alan Permane (que está en el equipo desde la primera etapa de Alonso, a comienzos del siglo), aseguran una interesante -pero no fabulosa- base técnica.

En 2021, Renault cambiará su denominación por la de Alpine -la marca que creó Jean Redelé en los '50, en Dieppe, de larga trayectoria en Le Mans, adquirida por el rombo hace casi medio siglo-, porque quiere asociar la marca del rombo a proyectos deportivos relacionados con la electrificación, y claramente ese no es el caso de la Fórmula 1. Lo que necesita para esa campaña es conseguir más consistencia en el comportamiento del chasis y lograr solucionar el principal defecto de este motor: no rinde bien a temperaturas tan altas como sí, por ejemplo, lo consiguió Mercedes para este año. 

La unidad de potencia que se pergeña en Viry-Chatillon precisa grandes niveles de refrigeración para poder entregar a pleno su potencia. Esto supone una gran toma de aire sobre la cabeza de los pilotos (que genera más drag del aceptable) y radiadores más voluminosos, lo que seguramente conspiró contra la posibilidad de tener un coche más compacto y, así, capaz de generar más downforce en curvas veloces.

En síntesis, ¿qué le ofrece Alpine a Alonso?

* El segundo motor más potente de la Fórmula 1 (en 2020, 25HP menos que el Mercedes) y en exclusiva durante 2021.

* Altos niveles de integración entre chasis y motor: por ejemplo, mangueras del motor embutidas en el chasis. 

* Niveles interesantes de downforce en curvas de baja y media velocidad. Pero precisan más agarre para calentar bien los neumáticos en superficies frías o resbaladizas.

* Una ventana de trabajo más amplia para la puesta a punto del auto: el quiebre se dio en Silverstone con Ricciardo y su "sweet spot".

* Confianza en que el RS20 del 2021 "va a trabajar bien en cualquier pista", según confió el DD Alan Permane 

* Piso de rendimiento con los dos podios de Ricciardo en Nurburgring en Imola y el de Ocon en Sakhir.

Alonso estará ensayando el R.S.20 el lunes 15 en Abu Dhabi, al día siguiente de la última competencia de una loquísima temporada de Fórmula 1, bajo una dispensa especial de la FIA. Ese día ya se sabrá si Renault pudo batir a McLaren por el cuarto lugar en el Mundial de Constructores, ya que Racing Point parece inalcanzable en el tercer lugar y Ferrari se hundió en este 2020.

En cualquier caso, la escuadra de Woking parece haber asumido hace tiempo el rol natural de principal rival, y eso es algo que a Alonso seguramente lo motiva. McLaren ya no dispondrá del mismo impulsor Renault en el próximo campeonato, sino los de Mercedes, y, por lo tanto, el piso de la competencia se alterará. Por otra parte, Ricciardo llevará al equipo que lideran Zak Brown y Andreas Seidl todos los secretos de su paso por el rombo.

Pero está por verse que esos cambio signifiquen realmente un gran salto cualitativo. En cualquier caso, Renault recupera la experiencia y capacidad del bicampeón de 2005 y 2006 para compensar y acaso más. Los tres podios de 2020 (McLaren solo consiguió dos, el de Norris en Austria, en julio, cuando empezaba el certamen, y el de Sainz en Monza, en setiembre) son un punto de partida que obliga a por lo menos repetir esas performances. La victoria parece en cambio un deseo extremo, algo que en función del panorama reciente de Renault suena delirante, pero no hay más que ver lo que consiguió Sergio Pérez en Sakhir para entender que no sería descabellado. Aún si 2021 resulta un año mucho más normal que este loco, doloroso 2020.

10/12


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