Es oficial: con el lanzamiento del nuevo McLaren MC35M ("M" por Mercedes) la temporada 2021 de la Fórmula 1 está en marcha. Aunque los planes más prolijos de la organización que desde el 1° de enero comanda Stefano Domenicali todavía avanzan a ciegas entre la incertidumbre que continúan planteando la evolución de la pandemia del Covid-19 en todo el planeta, el calendario es profuso en citas, rumbo a las pruebas preliminares en Bahrein en los primeros días del mes que viene, y el arranque del certamen en la misma pista del Golfo Pérsico.
No es sorprendente que el McLaren sea el primer coche en ser lanzado, teniendo en cuenta que la readopción del motor Mercedes obligó a efectuar serios cambios en el chasis MC35 del 2020 para poder adaptarlo a la planta impulsora campeona del mundo, una tarea que reglamentariamente imposibilitó que el auto pueda disponer de sofisticaciones aerodinámicas destinadas a mejorar sus prestaciones.
El lanzamiento fue mezquino en detalles: nunca pudimos ver con detenimiento al coche pergeñado por el equipo que lidera el DT James Key. Sí se advirtió un piso de ancho más reducido, lo que supone una pérdida de downforce general, y la preocupación por resolver el flujo de aire en esa zona trasera, en especial el que circula entre las ruedas traseras y el conjunto motor-caja. También la nariz más angosta, una inspiración que surgió en Mercedes y que McLaren ya probó en 2020, es una solución definitiva.
McLaren se supera respecto de 2020 en dos claros aspectos: el motor Mercedes supone un avance respecto al uso del Renault que lo impulsó en las últimas tres temporadas -se especula con que ese cambio solo representa unas dos décimas de segundo por vuelta- y el desembarco de Daniel Ricciardo, uno de los mejores pilotos de la parrilla, que presume una calidad y una experiencia superior a las que aportaba Carlos Sainz, quien defeccionó rumbo a Ferrari.
Con Ricciardo (DR3) con el número 3 y Lando Norris (LN4) con el 4, McLaren se comporta como si portara la antigua numeración del equipo subcampeón de Fórmula 1. ¿Un augurio? ¿Una impúdica muestra de deseos?
Evaluando el conjunto, ¿significa que McLaren podrá defender con cierta facilidad el tercer lugar que conquistó en el Mundial 2020, su más floreciente resultado en la Era Híbrida? Lo tiene difícil; basta con citar un par de motivos:
- La eventualidad de una recuperación ferrarista, que tras caer abruptamente cuatro lugares en la jerarquía competitiva de la Fórmula 1 a causa de un pésimo 2020 -una de sus temporadas más negras en el Mundial- apunta a la recuperación a partir de un impulsor renovado con algunas decenas más de caballos de fuerza. Si efectivamente en Maranello encontraron esa tropilla, eso le pondrá presión a la escuadra que lideran Zak Brown y Andreas Seidl;
- La amenaza que supone la corporización del Aston Martin Racing, con Sebastian Vettel a bordo y la posibilidad de que los monopostos verdes de Silverstone adopten la suspensión trasera del Mercedes W11 de 2020, que aportaron una gran cuota de downforce trasera a los coches negros, y que dispuesta en el auto del alemán podrían generar maravillas en la conducción del cuatro veces campeón del mundo...
- Eso, sin contar lo que hasta ahora es en buena parte una gran incógnita: el rebautizado equipo Alpine, con el ambicioso Fernando Alonso masajeándose las mandíbulas, que podría dar una gran sorpresa.
Fue Seidl quien aceptó que, si el objetivo es acercarse más a los líderes, lo razonable es esperar una lucha muy apretada contra esos equipos.
Ricciardo y Seidl en la presentación
Será un gran fixture en el Mundial 2021: la pelea por el tercer lugar del torneo de Constructores, en la medida en que se supone que RedBull dará algo de pelea a Mercedes más arriba. McLaren da puntapié inicial a esa disputa, que generará muchísima expectativa y emoción durante este año... sea cual sea el calendario final.
15/2/21
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