Fue durante casi 20 años, entre 1985 y 2004, la Cenicienta del Mundial. El equipo más simpático de todos, el que casi nunca abandonaba el fondo pero por el que todos hacían fuerza.
La Scuderia Minardi.
Ayrton Senna se escapaba del motorhome de McLaren para ir a comer spaghetti con Giancarlo, y decía que su sueño era terminar su campaña tras ganar cinco títulos como Juan Manuel Fangio y correr una carrera para el equipo de Faenza.
Una gran academia de pilotos, donde Fernando Alonso, Mark Webber (que fue quinto con un Minardi en su debut en Fórmula 1, en Australia 2002) o Giancarlo Fisichella hicieron sus primeras carreras.
Jos, el papá de Max Verstappen, cerró allí su campaña.
Cuando Esteban Tuero corrió para ellos en 1998, Minardi se volvió una de las 10 marcas más famosas en la Argentina… Acaso por los peores motivos, pero quien conocía a Giancarlo no podía dejar de pensar que esa fama era justa e injusta a la vez...
Su piloto más emblemático fue Pierluigi Martini. Lideró la única vuelta de Minardi en la Fórmula 1, en Portugal ’89, y largó en primera fila en Estados Unidos ’90.
Pierluigi Martini a bordo del Minardi M189 del '89. |
También protagonizó el momento más embarazoso, el toque con Christian Fittipaldi en plena recta de Monza, en Italia ’93. El brasileño piensa que el italiano le frenó a propósito.
Desorganizado, anticuado, sin dinero ni personal suficiente, al equipo le era imposible crecer en el país de Ferrari. Cercado por las deudas, una vez bastó que Bernie Ecclestone hiciera correr el rumor de que había adquirido el 50 por ciento del equipo, para que los acreedores se esfumaran. Nadie quería cobrarle a Bernie…
Vendida al australiano Paul Stoddart en 2001 cuando el cerco deudor ya era infranqueable, Giancarlo continuó yendo día a día a abrir la factoría y operando como asesor de Stoddart... solo cuando le era requerida su opinión.
Minardi pasó a ser ToroRosso en 2006 con la condición de que el nuevo dueño no abandonara Faenza y no echara a los empleados. Muchos de los mecánicos que habían comenzado el viaje en Brasil '85 seguían allí.
El equipo ahora es Alpha Tauri y Giancarlo, de un enorme corazón, quizás demasiado bueno para el Club de las Pirañas (Ron Dennis dixit) que es el paddock de Fórmula 1, ahora se encarga de otros menesteres.
A los 74 años, preside la sociedad que gestiona autódromo de Imola, ubicado a 18 kilómetros de Faenza, dónde habrá Fórmula 1 este fin de semanas. Es decir, no habrá otro Minardi en la máxima categoría, pero la F-1 volverá a encontrarse con Minardi. Y Alpha Tauri, con Pierre Gasly y Yuki Tsunoda, tendrá una magnífica oportunidad para rendirle un formidable homenaje.
Giancarlo Minardi y el autor, 1998. |
"Imola tiene su historia y su fascinación", ha dicho el manager italiano en la semana. "Es una pista completa: Si uno anda fuerte en Imola, anda fuerte en todos lados. El autódromo ha tenido momentos estupendos y también algún día muy negativo, que recordamos con lágrimas y con el corazón roto, pero Imola es Imola y no obstante las modificaciones para la seguridad se mantuvo su fascinación, que pocos circuitos tienen".
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