Seis meses pasaron desde el sensacional debut de la Fórmula 1 en Portimao para el Grand Prix de Portugal 2020, a esta segunda parte, tan reclamada por el ambiente de la categoría, que entregó más de una sorpresa. Para Lewis Hamilton no hubo variantes: como hace medio año atrás, pareció despertarse de una medianía insólita en un momento y elevó un rendimiento al plano en el que, sinceramente, no encuentra rivales. Con pista seca y más claro que en 2020, esta carrera ofreció menos alternativas que su antecesora lusa, pero dejó cinco apuntes que posibilitan entender mejor el Estado de las Cosas ya desandado el arranque real de este Mundial. A saber:
POR PRIMERA VEZ EN EL AÑO, MERCEDES FUE MAS VELOZ QUE RED BULL
Acaso fue una sorpresa para muchos, acaso solo se debió a la ejecución por parte de Hamilton de una carrera casi perfecta. Pero lo concreto es que el RedBull RB16 parecía el dueño natural de la pole-position y sin embargo los Mercedes W12 se quedaron con la primera línea de largada; al día siguiente, durante el Grand Prix, Max Verstappen sintió en la piel esa diferencia en performance, mínima pero irrevocable. Nunca pudo superar a Valtteri Bottas en lucha directa: lo más llamativo fue que ni siquiera en la última curva, el largo descenso en bajada hacia la derecha que desemboca en la recta, un tramo de pista en el que se supone que el RB16 hace la diferencia sobre el W12, pudo acercarse como para ponerse a tono vía DRS al final de la recta.
Interesante la visión de Hamilton sobre el particular: "Me parece que este fin de semana RedBull perdió un poco de performance porque creo que nosotros no mejoramos de Imola para acá, la sensación es que ellos dieron un paso al costado más cerca nuestro, por la razón que fuera". Acaso la escasez general de grip en el nuevo asfalto de Portimao afectó más a la escuadra de Milton Keynes que a la de Brackley, pero por primera vez en 2021 Mercedes sacó a luz más rendimiento que su rival en el torneo.
Bottas se lamentó por la performance de su auto en el primer tramo del GP, aunque fue muy pícaro en el relanzamiento para entregar a Hamilton en manos de Verstappen. "No sé qué paso en ese primer stint, realmente no tenía ritmo, desconozco las razones", señaló el finés. Quizás solo ocurrió que combatía contra dos pilotos más veloces que él... Pero en la segunda parte, cuando comenzó a asediar a Verstappen, acabó por demostrar que en Portugal, el W12 era más que el RB16, como no se había visto hasta ahora.
LOS LIMITES DE LA PISTA SON UNA EXCUSA
Verstappen perdió la pole luego de que le retiraran su tiempo (efectivamente el más rápido del fin de semana) tras transgredir los límites de la pista en la curva 4. Un día más tarde, perdió el record de vuelta por cometer la misma falta en la curva 14, durante la última vuelta del Grand Prix. Le vino de perillas al quejoso Doktor Marko, que sumó esas peripecias a la derrota en Bahrein, cuando también los límites de la pista se involucraron en el resultado final.
Mientras se desgañita el irascible austríaco, veamos más allá. El RB16 acaso es tan nervioso, acaso posee una ventana de rendimiento tan estrecha que cuesta mantenerla abierta. En la carrera por sostener la superioridad, hasta a Verstappen le cuesta lidiar con el brío del coche, que tanta perplejidad le causa a Sergio Pérez. En Portimao el problema no fueron probablemente los límites sino el bajo nivel de grip de la pista, con un asfalto joven, quizás no lo suficientemente maduro, en el que las gomas duras iban mejor que las medias, y esa circunstancia le pegó de lleno a los coches azules, así como la sucesión de curvas lentas y veloces habían perjudicado en Bahrein a los Mercedes, que no se sentían nada cómodos en la transición entre unas y otras.
Portimao es un escenario de curvas de escaso radio, en la que RedBull no marca tanto la diferencia. Esforzándose para sostenerla, con un coche brioso, a Verstappen no le alcanzó el ancho de la pista para mantener la velocidad. "Nunca estuve satisfecho en todo el fin de semana con el agarre en general. El año pasado nos pasó algo similar. Fue un fin de semana raro en ese sentido, epro claramente tenemos que mejorar, porque tenemos que tener el mejor coche en cualquier pista y en cualquier condición", señaló el holandés, que por ahora pierde 2 a 1 con Hamilton.
EL CAMINO DE PÉREZ ES ESTE, HAY QUE AJUSTARLO
Cuarto en clasificación, dónde debe estar, al mexicano lo sorprendió Lando Norris partiendo con cubiertas blandas. El inglés es la estrellita del momento en la F-1 -no baja del Top-5- pero Checo debió estar avisado contra ello. Como resultado, perdió contacto con el pelotón al que pertenece por derecho de butaca, adelante peleando contra los Mercedes y colaborando con Verstappen, y una vez que su carrera quedó comprometida, tuvo que resignarse a una estrategia extrema.
Con tino, RedBull lo dejó en la pista todo lo que pudo, especulando con un safety-car que podría haberle proporcionado un resultado inesperado: de haber ocurrido eso cuando quedó en punta en el giro 37, con 12 segundos de ventaja sobre Hamilton, habría asegurado al menos un podio. Pero ello no sucedió y todavía Checo pena con la impredictibilidad del auto. Su tarea no es lamentarse sino ponerse a la altura de una misión extrema y que ninguno de sus predecesores pudo cumplir: sacarle jugo al auto más difícil de conducir en la Fórmula 1. Vencer a Bottas cada vez que pueda será visto en el equipo como algo similar a un triunfo por parte del piloto de Guadalajara.
NORRIS, EN ACCION
Por tercera carrera consecutiva se metió en el Top-5. Es el Mejor del Resto: deja atrás a las Ferrari y a los Alpine, y también gana la batalla interna contra su compañero Daniel Ricciardo, que va adaptando su estilo de manejo a un coche que no termina de conocer. Su verdadero éxito estribó en haber hecho durar las cubiertas medias a lo largo de 44 vueltas sin perder rendimiento ni el quinto lugar, soportando el asedio de la Ferrari de Charles Leclerc.
McLaren es, sólidamente, el tercer mejor coche del 2021, confirmando lo que produjo un año atrás, solo que mejorado ahora con el uso de la unidad de potencia de Mercedes. Ferrari parece estar cerca pero el equipo de Woking lo bate domingo a domingo, tanto en el mejor resultado como en la cosecha general de puntos. Cuando Ricciardo, que avanzó del 16° al 9° puesto final, se asiente definitivamente en su nueva monta, la posición se hará más sólida todavía.
LECLERC MANDA EN MARANELLO...POR AHORA
En Ferrari, el orden natural se está viendo desafiado. Charles Leclerc, que entre 2019 y 2020 se deglutió a un cuatricampeón mundial como Sebastian Vettel, se siente mucho más a gusto con su nuevo compañero, Carlos Sainz Jr., pero algunos resultados lo incomodan. El viernes, Ferrari produjo un piso nuevo para sus SF21 del que solo había un ejemplar: Leclerc lo portó en la FP1 y fue más rápido, pero cuando Sainz lo llevó en la FP2, el orden se invirtió. El monegasco lo llevó en la qualy y pudo acceder a la Q3 con gomas medias, lo que Sainz consiguió solo con las cubiertas más blandas...pero tres posiciones más adelante.
Esas gomas rojas lo hicieron brillar en el arranque del Grand Prix, mientras Leclerc tragaba saliva con las medias. Duró hasta el giro 21, cuando Sainz fue el primero entre el pelotón medio en detenerse, intentando el undercut sobre Norris. Ahí la pifiaron: calzar gomas medias con 45 vueltas por delante era un riesgo... que pagó Carlitos cayendo luego fuera de la zona de puntos, acusando excesivo desgaste. A Norris no le ocurrió lo mismo; a Lance Stroll, que usó las blandas a lo largo de 39 vueltas, le fue peor y acabó tres posiciones por detrás del español.
Está claro que Ferrari diversificó sus estrategias y acertó con Leclerc y su combinación medias-duras. Pero se equivocaría si no le ofrece a Sainz las mismas perspectivas y posibilidades que a su niño mimado. Por las dudas, el monegasco hizo pública autocrítica. Sainz precisa elevar el remate de sus carreras y Maranello tiene mucho que rascar todavía en su olla.
2/5
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