MIAMI 2022: EN EL COMBATE ESTELAR, TRAS UNA MANO BIEN PUESTA, VERSTAPPEN POR FALLO UNÁNIME



Frivolidad rima con velocidad. Entre la nutrida concurrencia al inaugural Grand Prix de Miami sobrasalió mucha celebridad, proveniente del mundo del deporte como de la música, transformando la grilla de partida en una pasarela de asfalto, un escenario pavimentado, tratando de desplegar glamour sin necesariamente conseguirlo. Pero las luminarias se pasearon por la pista en los instantes previos a la quinta carrera del Mundial 2022 casi como en un ring-side, por lo que de alguna forma resulta muy apropiado analizar sus incidencias como si hubieran sido una sucesión de combates. Y como los pilotos acabaron el Grand Prix tan agotados como si hubieran afrontado unos cuantos rounds, entonces vale la pena: 

Combate preliminar:
Bottas vs Hamilton vs Russell

¿Tres en el ring? El piloto de Alfa Romeo no oculta que su objetivo este año es batir cada vez que pueda a su ex equipo. Vencer al siete veces campeón del mundo, que largaba detrás suyo,  

Pero Mercedes decidió subir al ring también a Russell, que partía 4 filas más atrás, calzándole neumáticos duros para retrasar su parada.

Funcionó: el finlandés contuvo a Hamilton pero esa estrategia introdujo a Russell en la ecuación y, cuando el accidente de Lando Norris en la vuelta 41 disparó la neutralización de la carrera, el nuevo piloto de Mercedes volvió a favorecerse de la ocasión, de la misma manera en que había ocurrido en Melbourne. 

Contra ambos no pudo Bottas, que acabó rozando la pared y, superado por ambos rivales, acabó séptimo, dos lugares por detrás de su posición de partida. Hamilton (6°) se sintió perjudicado por la estrategia distintiva que aplicó el equipo, aunque sin ese accidente probablemente habría prevalecido. 

Russell lo superó finalmente por el quinto lugar con gomas mucho más frescas. Suma su quinto Top-5 consecutivo y lleva cuatro carreras de 5, con buena fortuna, superando a su laureado compañero. No está mal para evitar que los analistas comiencen a pensar por qué el inglés no logró en tres años con Williams lo que su reemplazo Alex Albon consiguió en cinco carreras: acabar dos veces en zona de puntos con el auto más lento de la Fórmula 1.

Veredicto: Victoria de Russell en fallo dividido. 




Combate de semifondo
Sainz vs Pérez

Los dos números dos disputaron la segunda gran pelea en orden de importancia en el ring del Miami International Autodrome, pero el resultado fue mucho más lógico en este caso. El español se cuidó mucho de un toque en la largada partiendo desde la primera fila y permitió que hubiera una gran pelea de fondo al no contener al campeón mundial.

Pero siempre contuvo a su rival directo con la derecha en punta, lo que supuso una favorable reconstrucción de confianza en quien venía de golpearse sucesivamente en la clasificación y la carrera anteriores en Imola y en las pruebas libres en Miami. Su podio atenuó en parte la derrota de Ferrari, que sintió el golpe se copar la primera fila para tener que consolarse con el segundo y tercer lugares.  

Pérez acusó una falla en su unidad de potencia para explicar lo ocurrido. "Demasiado deficit en el motor", afirmó, mortificado. Eran, aproximadamente, unos 20 KW de potencia híbrida. "Perdí siete segundos en dos vueltas, fue un desastre total". Había recuperado un par de segundos en la parada obligatoria (3s1 contra 5s4)

La carrera le ofreció otra oportunidad con la neutralización: una brillante decisión estratégica de RedBull lo dejó en pista a la cola de la Ferrari n° 55 con neumáticos medios 14 vueltas más frescos que las cubiertas duras de Sainz. Y aún así el piloto de Guadalajara no pudo desplazar del último escalón del podio al madrileño. "Como perdía 10km/h en las rectas, tenía que intentar recuperar en las curvas y sobrecalenté demasiado los neumáticos", explicó finalmente.

Ese último escalón del podio poseía una importancia capital. El tercer puesto de Sainz le permitió a Ferrari conservar el liderazgo del Mundial de Constructores, que habría perdido si Pérez se hubiera impuesto en esta contienda. Por eso este duelo es tan decisivo para el mexicano: Según como vaya desenvolviéndose respecto a Sainz, será su suerte de cara a la próxima temporada...

Veredicto: Sainz, por puntos




La pelea estelar de la velada
Verstappen vs Leclerc

Para que no queden dudas: en el tramo más vibrante de la carrera, los diez últimos giros, el trencito de los líderes le sacó al de sus perseguidores -los protagonistas del semifondo- entre cinco y ocho décimas por vuelta. Son los dos mejores pilotos del momento conduciendo los coches de mayor performance y se merecen liderar el campeonato mundial.

En términos de rendimiento fueron prácticamente similares. Un jurado acaso habría fallado empate. Pero hay que tener en cuenta el desarrollo del fin de semana para comprender más cabalmente lo ocurrido. En una pista desconocida por todos, Verstappen solo apenas 5 vueltas el viernes, aquejado por diversos problemas.

Esa falta de adaptación al terreno derivó en la pérdida de la pole-position luego del error en las curvas 4-5 de la vuelta veloz. Sin embargo, a pesar de ello, Leclerc solo podía vencerlo por apenas 195 milésimas. No moverse desde la vanguardia no disminuía en lo más mínimo las posibilidades del campeón mundial.

Estaba claro que la pelea iba a ser franca: Sainz largaba por la parte sucia de la pista y, como en Imola, los que partían desde esa columna interior iban a sufrir. De manera que la pelea era concreta: ¿qué tan lejos estaría Verstappen del puntero una vez que se habilitara el uso del Drag Reduction System (DRS)?

Nueve vueltas tardó en imponerse la lógica: la Ferrari acelera mejor pero el RedBull dispone de mayor velocidad punta. En la clasificación hubo una diferencia de 10 km/h en ese rubro. Verstappen condujo con lógica, tomó la vanguardia -una mano bien puesta, en términos pugilísticos- y luego nunca puso una rueda en el lugar equivocado.

El monegasco, en cambio, se vio limitado tanto por la falta relativa de velocidad final (que el uso del DRS no compensaba) como por el apetito de su Ferrari por las cubiertas, una característica inédita en 2022: tanto con compuestos medios como con duros, después de seis o siete vueltas la performance de sus neumáticos decayó. En Miami RedBull se protegió mejor el desgaste. Por esa razón, ni siquiera la segunda oportunidad de la que dispuso Leclerc, con el safety-car, fructificó.

"Tuvimos bastantes problemas con los neumáticos medios. Hizo que la carrera fuera un poco difícil a partir de ese momento. En los duros fuimos más competitivos. Hacia el final, pensé que podría pasar a Max en algún momento", subrayó el líder del Mundial (ahora con 19 puntos de ventaja: había 45 dos carreras atrás).

De manera que, en términos conductivos, el límite fue así de finito. Chuck (como le dicen en Estados Unidos) acaso sufrió un poco menos el rigor climático (que podía reclamar un par de kilos de cada piloto durante el Grand Prix) pero no le alcanzó para concretar. Sigue liderando el certamen y espera que Ferrari, por fin, introduzca la primera mejora del año para su F1-75. Vendrá en Barcelona, la próxima carrera, una pista cuyas características favorecen el accionar del auto.




Pero la sensación es que el balance del campeonato acaba de sufrir un cambio...

Veredicto: Verstappen, en fallo unánime.

8/5


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