MÓNACO 2022: CIELITO LINDO (DE LLUVIA) PARA EL DÍA MÁS EXQUISITO EN LA CAMPAÑA DE SERGIO PÉREZ, UNA JORNADA CASI PERFECTA PARA MÉXICO



El repaso de este Grand Prix de Mónaco podría referirse a las formidables críticas que esta carrera siempre tan tradicional ha venido recibiendo en los últimos tiempos, como detonaciones de la sorda guerra ya indisimulable entre los popes de Liberty Media y los blazers del Automóvil Club del principado, en un marco en el que las sugerencias para librar del calendario a tan clásica carrera ya son directas y lapidarias. 

También podrían dedicarse estas reflexiones a consignar la más fabulosa derrota que la Scuderia Ferrari ha sufrido en 2022, especialmente porque fue autoinfligida: aunque por primera vez Charles Leclerc haya podido ver la bandera a cuadros en el circuito de su hogar monegasco, esta carrera ha sido una prueba más de su pésima fortuna casera

Pero no, de ninguna manera: la lógica indica que hay poner en escena, con atención protagónica, la tarea del único latinoamericano del Grand Prix. El ganador, Sergio “Checo” Pérez. Una semana después de sufrir su más grande decepción desde que integra el equipo RedBull, alcanzó su alegría máxima en la Fórmula 1. Y vivió, sin duda, el día más exquisito de su campaña profesional. Desde las gotas de lluvia que le sonrieron en la grilla hasta las lágrimas de emoción que lo asediaron en el podio. Sin olvidar el agua de la piscina en la que se arrojó para celebrar el éxito, sin soltar la bandera tricolor...




Pérez se ha vuelto el quinto latinoamericano en conquistar una de las joyas de la Triple Corona. Lo precedieron gigantes como Juan Manuel Fangio, Carlos Reutemann, Ayrton Senna y Juan Pablo Montoya

Pavada de antecesores.

Pero, además, esta victoria lo transforma en el piloto mexicano más ganador de la historia de la Fórmula 1. Suma su tercer triunfo, tras los logrados en Sakhir 2020 y Azerbaiján 2021 (basta hacer click en los vínculos para encontrar los análisis de aquellas victorias) y supera ahora por uno al prócer del automovilismo azteca, Pedro Rodríguez (vencedor en Sudáfrica 1967 y Bélgica 1970). 

Las épocas son incomparables, de manera que es ocioso debatir si Pérez alcanza o supera la calidad conductiva de su antecesor; pero si la gema del enorme Pedro era el triunfo en el legendario Spa-Francorchamps de los 14 kilómetros, este primer halago de Pérez en Europa corriendo Fórmula 1 se produce en un circuito de los míticos, y eso lo inscribe definitivamente en las páginas importantes de la F-1.




Se puede discutir si las carreras en Mónaco son aburridas o no, si solo producen bostezos porque los pilotos (desde hace décadas) no encuentran lugares claros para superar a otros rivales (aquella famosa e infructuosa persecución de Nigel Mansell a Senna acaba de cumplir ¡30 años!), pero la pertenencia de una carrera muy distinta, que supone un endiablado desafío para los pilotos, especialmente en la tanda de clasificación, justifica esa inclusión. ¡Y los latinoamericanos encuentran sobrados motivos para defender esa posición!

Sergio Pérez ganando el Grand Prix de Mónaco utilizando un casco homenaje a Pedro Rodríguez: mejor argumento que eso para la continuidad de la carrera parece imposible…

Por supuesto que hay argumentos de mayor peso y trascendencia para defender la carrera, pero éste –se dijo- no es el momento ni el lugar.

Fue clave (la primera de la victoria) largar delante de Max Verstappen. Durante todo el fin de semana callejero el mexicano se mostró más cómodo que su compañero, en una pista en la que la natural generosidad del estilo del campeón mundial se vio restringida. Y aunque en piso seco Pérez no podía soñar con acercarse a menos de tres décimas de segundo de Leclerc, su error en los últimos 30 segundos de la Q3 acabó favoreciéndolo. Paradojas de Mónaco.

Ese accidente impidió que Verstappen consiguiera el segundo mejor lugar de partida detrás del piloto local. Y eso acabó siendo decisivo cuando las nubes comenzaron a  cerrarse sobre la Bahía y a Ferrari se le complicó una carrera que parecía obligatoriamente destinada a acabar en victoria.

La lluvia desembocó en la segunda clave. Más que nunca, un Cielito Lindo para Pérez. Lluvia intensa pero corta y no abundante, que empujó a la Scuderia Ferrari contra las cuerdas: ¿cuándo parar? Leclerc no sabía, Carlos Sainz no quería...

RedBull no sufrió esa duda existencial: trajo a Pérez primero que a nadie, y la escuadra de Maranello tardó dos vueltas en convocar al puntero. Una vuelta de salida impecable (algo que normalmente se puede arruinar por causa del tráfico aleatorio en el circuito callejero) por parte del mexicano lo catapultó: en tres vueltas, le descontó 20 segundos a Sainz, que seguía con las cubiertas de lluvia.  

Después del overcut de la vuelta 22, que acabó por ponerlo por delante del español, la fenomenal piña de Mick Schumacher contribuyó de manera significativa al triunfo: la bandera roja subsiguiente resolvió la necesidad de una última detención, sin nerviosismo, tensión o incertidumbre sobre las vueltas de entrada y salida. Cuando la carrera se reanudó, ya no había obligación ni urgencia por una parada más. Checo tenía la victoria en el bolsillo.

RedBull apostó por las gomas medias (“no queríamos vernos expuestos en la nueva largada”, explicó Christian Horner), y Ferrari, atento a la historia reciente, debió ir por las duras. A Checo se le escapó la frenada en Mirabeau, una bloqueada que le dio ánimos a Sainz. Pero pese a que ese juego medio se resintió sobre el final, ¿quién mejor qué Pérez para tratar cubiertas, sobre todo en un circuito en el que se estaba girando apenas por encima de los 150 km/h de promedio?




Checo ya sabe cuál debe ser el destino del GP de Mónaco: “Cualquier piloto sueña con ganar aquí. Después de la carrera de casa, no hay ninguna otra más especial para vencer”, señaló. “Estaba usando un casco (en homenaje a) Pedro Rodríguez. Estoy seguro de que estaría super orgulloso de lo que hemos conseguido en el deporte”.

Leclerc y Ferrari vivirán una semana tormentosa y atormentada, para parafrasear al creador de la marca. “Entiendo el desencanto de Charles –afirmó Mattia Binotto- Piensa que algo salió mal en las decisiones que tomamos, yo creo que subestimamos e ritmo de las gomas intermedias”. Casi sin proponérselo, Pérez quedó a solo 6 puntos detrás del piloto número 1 de la escuadra roja. Día exquisito, momento soñado para el piloto de Guadalajara. 

Y para México: Un rato más tarde, Patricio O’Ward (Arrow McLaren) arribó segundo en la 109ª edición de las 500 Millas de Indiánapolis. ¡Qué gran jornada habría sido para celebrar al sonoro rugir del cañón!

29/5



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