LA REINVENCION DE PIERRE GASLY


"Es el mejor día de mi vida. Cuando sos un chico, soñás con estar en Fórmula 1 y cuando eso ocurre, se vuelve el mejor día de tu vida. Pero entonces empezás a soñar con tu primer podio. Sinceramente no creí que iba a ocurrir volviendo a Toro Rosso".

En cierta medida, la actuación el francés Pierre Gasly en el Grand Prix de Brasil resultó histórica. Fue la segunda mejor ubicación de un auto de la escuadra de Faenza (exMinardi) en el Mundial de la F-1, después del triunfo de Sebastian Vettel en el GP de Italia de 2008 y por delante del tercer puesto que Daniil Kvyat logró en el reciente GP de Alemania. 

Con ese segundo lugar, Gasly transformó a Toro Rosso en la cuarta escuadra con más podios en el 2019 detrás de los Tres Grandes, Mercedes (31), Ferrari (18) y RedBull (8). 

No solo eso: deja a la escuadra en condiciones matemáticas de quedarse con el quinto puesto final en el campeonato de Constructores. Está a ocho puntos (91 a 83) de Renault, aunque necesitará al menos de un sexto puesto en la última carrera para alcanzarlo. 

Gasly lo logró después de haber atravesado un calvario en RedBull, un desafío que duró 140 días y acabó de la peor manera: siendo degradado a retornar a Toro Rosso, dónde había corrido en 2017 y 2018. Eso ocurrió después de un pobre fin de semana en Hungría, que cerró un periodo en el que su compañero Max Verstappen lo había destripado. Nunca pudo andar delante del holandés, solo lo aventajó una vez en clasificación (cuando Verstappen se pegó en Canadá) y en carrera (cuando al holandés lo golpeó Vettel desde atrás en Inglaterra).

Así lo explicaba Christian Horner, el director deportivo de RedBull: "No estaba pudiendo tolerar la presión. La situación empeoraba más y más. Decidimos darle tiempo para reconstruirse en Toro Rosso. Lo mejor para él era quitarle presión". 


Ese regreso sin gloria arrancó en el GP de Bélgica, su primera carrera de regreso a Faenza, trágicamente enmarcada por el accidente mortal de Anthoine Hubert en la carrera de Fórmula 2. Hubert y Gasly eran muy próximos: habían estudiado juntos entre los 13 y los 19 años, y compartido un departamento durante ese tiempo. Un pésimo escenario para comenzar a reinventarse.


No fue magia


Esta segunda posición final en Brasil se produjo luego de un doble toque: el de las Ferrari en la vuelta 65 del Grand Prix, y el que le propinó Lewis Hamilton a Alex Albon en el anteúltimo giro. Gasly aprovechó ambas oportunidades tanto como las dos neutralizaciones impuestas (por el abandono de Bottas y el desastre ferrarista) para recortar distancia. 

Pero lo concreto es que no estaba allí por fortuna. El francés había disputado una carrera muy sólida, en un fin de semana que había arrancado con algunos problemas en las prácticas libres.

El sábado, sin embargo, Gasly avanzó a la Q3; su compañero Kvyat no había podido pasar de la Q1, pero el francés llegaba a la última instancia de la clasificación por cuarta ocasión consecutiva. Ya lo había hecho en Japón, en México y en los Estados Unidos. De manera que su mejor clasificación del año no fue tanta sorpresa.  

Acaso el hecho de que los McLaren no fueran tan competitivos en la clasificación le permitió ser el primero del "resto", detrás de los seis autos de los Grandes (salvo Leclerc que, al penalizar, largó desde la 14a posición).

En carrera, entonces, solo perdió un lugar lógico con el monegasco, que venía ascendiendo naturalmente, pero siempre se mantuvo séptimo a lo largo del GP, con las dos paradas de rigor (en los giros 22 y 47) y sin equivocaciones en el cierre de la tarea. 

En ese tramo final de aceleración, en el que le ganó el segundo lugar en la pista a Lewis Hamilton por apenas ¡62 milésimas!. "Iba a fondo, haciéndome chiquito en el cockpit, rogando para que el motor diera todos los caballos de fuerza de que disponía..."

Ha sido un premio para la constancia de Gasly, que estuvo lejos de derrumbarse luego de la degradación. En Toro Rosso no sufre tantas presiones; encontró un coche más sencillo de manejar que el RedBull (puesto a punto con mucho rake y adaptado al estilo filoso de Max Verstappen) y en sus ocho carreras con la escuadra llegó cinco veces en el Top-10. 

En ese periodo, sumó 32 puntos (contra solo 8 de su compañero Kvyat) y ahora peleará en la última carrera del 2019, el Grand Prix de Abu Dhabi, el próximo 1° de diciembre, por el sexto lugar final en la tabla del campeonato: está empatado en 95 puntos con Carlos Sainz y le bastará con llegar por delante del madrileño para batirlo; Alex Albon sumó 84 puntos y necesitaría terminar cuarto y que ni Gasly ni Sainz sumen para robarles esa posición. 

Horner afirmó que la victoria de Verstappen en Brasil fue una redención para el holandés, tras haber perdido un triunfo seguro en 2018; pero la figura bien podría aplicársele al francés, redimido de sus dramas con ese segundo puesto final.



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