El liderazgo del Mundial 2021 de la Fórmula 1 cambió formalmente de manos a las 17 horas, dos minutos y 16 segundos (horario italiano) del domingo, en el mismo momento en que Lewis Hamilton cumplió el giro 60 del Grand Prix de la Emilia Romagna, en Imola.
Exactamente 20 segundos antes, el líder del GP, Max Verstappen, había cruzado la línea marcando el record de vuelta de la carrera, a tres giros del final, señalando 1m17s524, a 227,960 km/h. Un punto más para el torneo, que sumado a su segundo lugar en Bahrein y la victoria que parecía ineludible en Imola, totalizaban 44 unidades.
Por primera vez en su campaña en la Fórmula 1, que comprende ya 120 Grands Prix, el holandés lideraba el Mundial.
Le duró más bien poco. Veinte segundos. Menos que los 38 en los que Felipe Massa clamó ser el campeón mundial de 2008, en el inolvidable GP de Brasil en Interlagos.
Otra vez, como entonces, el que arruina la pintura es Hamilton. El inglés pasó 20 segundos detrás de Verstappen -tal la diferencia en la pista- pero clavó 1m16s702. Más de 8 décimas más rápido. La diferencia se hace más patente subrayando el promedio: 230,403 km/h.
El atenuante: Verstappen pensaba en la victoria, no en el record de vuelta. No en ese punto. Pero desde que en 1984 el título mundial se definió por apenas medio punto entre Niki Lauda y Alain Prost, todos los puntos, cualquier punto, son de una importancia mayúscula.
Esas ocho décimas, esos 2,5 km/h de diferencia, ese punto, es el suspiro que separa al siete veces campeón mundial de su desafiante: 44 a 43. Con dos carreras disputadas de 23. Así de cerca están. Las diferencias fluctuarán de acuerdo a la pista. Pero así de reñido quedó seteado el Mundial 2021.
Que puede acabar convertido en un clásico.
MEGAMAX
Impecable Verstappen:
- Largada brillante ("me sorprendió hasta a mí, estuvimos trabajando mucho para mejorarla").
- Pit-stop impecable (después de tomar la iniciativa respecto a Mercedes, que arruinó el overcut con una parada de 4s contra los 2s2 de3 RedBull).
- Gestión inapelable de la goma media en la segunda parte del Grand Prix ("aunque casi lo pierdo en el relanzamiento; no pensé nada, solo fueron reflejos y mucho volante").
- Sigue sin poder verse como líder en el Mundial, pero... "Temporada larga. Hay que calmarse", afirmó con su inseparable sonrisa.
Su performance resplandece más teniendo en cuenta tanto a su derrotado, el siete veces campeón mundial, como a su comparación natural, el mexicano Sergio Pérez, que elaboró una de las más pobres tareas que se le recuerden en los últimos años: nunca había largado desde la primera fila y en ningún momento le hizo honor a ello, ni siquiera cuando la bandera roja le proporcionó una nueva chance.
"Deberíamos haberle arrebatado más puntos a Mercedes", fue el lacónico comentario de Christian Horner, el team principal de RedBull. No hizo falta más aclaraciones. La situación de Pérez merece un análisis aparte.
LA SUERTE DEL CAMPEÓN
Hamilton no abandona un Grand Prix desde Australia 2018, hace más de tres años, y la racha no se rompió en Imola aunque todos (salvo él) estaban convencidos de que había ocurrido. "De pronto, estábamos sin ningún auto en la carrera", sintió Toto Wolff, el CEO de Mercedes, "y cuando pensábamos que la carrera estaba completamente perdida, el manejo increíble de Lewis nos salvó el día a todos nosotros".
Hacía al menos año y medio que Hamilton no cometía un error tan formidable en una carrera. Eso le costó una vuelta, al cabo. Al motivar la bandera roja, el brutal incidente entre su compañero Valtteri Bottas y su posible futuro compañero George Russell le dio una segunda oportunidad. En la suspensión pudieron cambiar, inclusive, el spoiler delantero dañado en la primera curva, cuando le porfió la vanguardia a Verstappen.
No solo la bandera roja le permitió recuperar la vuelta perdida, sino que ese cambio de trompa le permitió reciclar performance. Las características naturales del W12, no tan penalizado en Imola como lo había estado en Bahrein en términos aerodinámicos, en manos del campeón que un día antes había sacado la pole de la galera con una magia deslumbrante, le pusieron sal a esas 29 vueltas finales. Sin esa trompa nueva, no hubiera habido record y todo lo que por añadidura hubo.
Pero aunque terminó a 22 segundos de Verstappen, esa demostración de Hamilton preocupó a RedBull y no solo por el punto en cuestión. "El Mercedes es muy, muy rápido", apuntó Horner. "Sufren menos la degradación que nuestro auto, Lewis logró el record de vuelta por un amplio margen. Tendremos que hacer mucho para mantenerlos bajo presión".
Wolff fue más sintético: "Game on". El juego empezó.
Como quien dice: la mesa está servida para una temporada que puede resultar antológica.
BOMBA Y BOMBA
El incidente entre Bottas y Russell, nada menos que en Tamburello, fue el principal foco de polémica del GP en Imola, y no solo porque influyó directamente en el resultado final de la prueba.
Se había advertido que una batalla entre ambos, aunque conduzcan coches de distintas prestaciones, podía ser uno de los platos fuertes del torneo, y en la segunda carrera, nomás, tuvo consecuencias indisimulables.
Fue el mismo Russell el que subrayó la existencia obvia de esa competencia por el segundo asiento de Mercedes en 2022: "Quizás si hubiera sido otro piloto no habría hecho lo que hizo", afirmó muy molesto.
Pero fue difícil encontrar a alguien que apoyara su punto de vista. No desde ya Bottas ("yo la estaba pasando mal con las cubiertas, George se acercó y eligió pasar en un lugar en el que hay una sola línea seca. Había espacio para los dos autos, fue completamente su falta"), sino otros observadores imparciales.
"Creo que había espacio para Russell, me temo que (la responsabilidad de) este accidente va para George", señaló Jolyon Palmer, el expiloto de F-1 que ahora es analista de la máxima categoría.
La palabra de Wolff tiene especial peso en su llamativa condición de patrón de ambos pilotos. Esto dijo:
- "Fue un accidente feo, y no hubo un intercambio muy amistoso entre ambos"
- "Pero como doce el dicho, para el tango se precisan dos... Quizás no 50/50, pero sí 60/40. ¿En qué dirección? No sabría decir"
- "Acaso la maniobra [de Russell] fue un poquito demasiado agresiva. Tiene mucho que aprender todavía".
Russell acusó a Bottas de romper "un acuerdo de caballeros" para no obstruir maniobra de sobrepasos en esa zona lanzadas por el uso de DRS; los comisarios deportivos deportivos determinaron que fue un incidente de carrera y no encontraron que alguno de los dos pilotos fuera causante de la colisión.
VOTANDO NORRIS
Lando Norris fue elegido el piloto del día. Sumó el segundo podio en su campaña. El primero lo había alcanzado en el GP de Austria, la carrera inicial del Mundial 2020; ese es su desafío ahora: impedir que transcurran tantas carreras hasta que llegue el tercero. Tiene con qué: batió sólidamente a su nuevo compañero Daniel Ricciardo, y McLaren lo auspició con estrategias inteligentes.
Fue el equipo el que reclamó al australiano que le diera paso en la primera parte de la carrera, cuando Norris había quedado relegado tras una partida sin brillo. Cuando el panorama de la competencia se asentó, Norris viajaba detrás de Charles Leclerc y Ricciardo era postergado por Carlos Sainz: parecía que Ferrari superaba a McLaren.
La decisión de calzar a Norris con cubiertas blandas para la parte final de la prueba pudo haber sonado arriesgada, pero eso fue lo que le permitió al inglés dejar atrás al monegasco, su rival directo en la lucha por el podio.
Su tarea la cumplió con creces, lo que motivó a muchos a reflexionar si esta, acaso, no fue su carrera más exquisita en F-1. Que las gomas llegaron muy bien al final lo señala el hecho de que Norris marcó su mejor vuelta en la última, la 63. Solo quedó detrás de Hamilton y de Verstappen, pero con un tiempo de 1m18s259 (un segundo y medio más lento que su compatriota, lo que muestra que el segundo lugar era indefendible), a 225,819 km/h.
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— McLaren (@McLarenF1) April 18, 2021
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