LAS DUDAS DE FERRARI: AHORA QUE YA PASARON SPA Y MONZA, ¿PODRÁ SEGUIR VENCIENDO EN 2019?

Foto: Scuderia Ferrari
¿Es un momento difícil para Ferrari? Pero... ¿cómo podría serlo? Viene de conquistar los últimos dos Grands Prix, en Bélgica y Monza, poniéndole fin a una sequía que amenazaba con desatar la tempestad en caso de prolongarse hasta fin de temporada, y consagró de manera natural el liderazgo de Charles Leclerc en la cotidianeidad inmediata de la Scuderia. Todo dentro de un proceso de reacomodamiento interno que condujo de manera sensata Mattia Binotto, el director deportivo que hizo su estreno esta temporada, absorbiendo críticas despiadadas en los peores momentos y conservando una alegre calma a la hora del éxito. 

Pero Ferrari es Italia y la pasión es sanguínea. "Obviamente, la Ferrari no tiene ninguna posibilidad de reabrir un campeonato terminado en Pascuas", opina el laureado periodista italiano Leo Turrini. "Pero en las carreras que vienen, tendremos manera de verificar si, sobre pistas diversas de Spa o Monza, la Ferrari estará en posición de, al menos, reducir la desventaja en la confrontación con Mercedes y, en otros circuitos, también en la pelea con la RedBull de Verstappen".

Esa es la gran incógnita que ahora sacude a los ferraristas. Aquí ya se ha tratado el tema: los siete circuitos que quedan en el calendario favorecen poco las características aerodinámicas de los chasis de Maranello.

En ello concuerda hasta Binotto: "Habrá algunas carreras, como ocurrió en Alemania, Canadá o Bahrein, en las que quizás seamos competitivos, y otras en las que las debilidades de nuestro auto no nos darán la posibilidad de pelear por el triunfo. Lo difícil es adivinar cuáles serán unas y otras", declaró esta semana. "Para nosotros es importante seguir desarrollando el auto, entendiéndolo"

La potencia del motor puede suplir las carencias del chasis solo hasta cierto punto y en determinados circuitos, con elevados promedios de vuelta: Suzuka o Interlagos, acaso Austin. La visita a México, a gran altura sobre el nivel del mar, también puede ser favorable por la escasa densidad del aire. 

Pero ¿Singapur? El promedio cae casi 70 km/h respecto a Monza y Ferrari no gana en Marina Bay desde 2015. Un dato para tener en cuenta: en la pista asiática el acelerador se aprieta a fondo durante el 47 por ciento del giro; ese rubro trepa al 55 por ciento en Hungaroring, otra pista que reclama alta downforce, en la que las Ferrari fueron vapuleadas por Mercedes y RedBull y terminaron a un minuto de diferencia del vencedor, Lewis Hamilton. Las perspectivas no son las mejores.


De todas maneras, los triunfos de Leclerc envalentonaron al equipo, que le tomó el gusto al triunfo: ahora que lo saboreó después de tantas amarguras, no quiere perder la costumbre. ¿Prepara una sorpresa? 

Se leyó en la Gazzetta dello Sport la semana pasada: "Monza es una pista en la que la Ferrari dispuso de un paquete aerodinámico especial que seguramente ayudó. La SF90 fue puesta apunto para minimizar la menor tracción a la salida de las curvas respecto a sus rivales y la Evolución 3 de la unidad de potencia dio óptimos resultados. Pero en Singapur la Mercedes querrá revancha y la RedBull volverá a pelear. Sobre el Cavallino se hará debutar un paquete para pistas de alta downforce con el cual las máquinas rojas buscarán cancelar las brutales diferencias que hubo en Hungría y darle continuidad a estos dos mágicos domingos de comienzos de setiembre".

¿Será solo una cuestión de fe?

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